Manuel Borrego

Hace 25 años ya que la UD Las Palmas lideraba portadas a nivel nacional por la llegada del que entonces se había convertido en el traspaso más caro de la Segunda División española. El 8 de septiembre de 1996 debutaba con la camiseta del representativo grancanario, recién retornado a la Liga Profesional, José Oscar Flores. El gran goleador de Vélez Sarsfield hacía su presentación en el Estadio Insular en partido de Liga contra el CD Leganés, ganado por los jugadores de Pacuco Rosales (2-0).

Tenía entonces el Turu 25 años de edad pero ya era figura consagrada en el fútbol de su país, con el dominio en las competiciones del club de Liniers liderado en su banquillo por Carlos Bianchi. Flores era el realizador de un equipo que empezaba a recitarse con José Luis Chilavert y en sus filas jugaban Roberto Trotta, Mauricio Pellegrino, José Basualdo, Cristian Bassedas, Patricio Camps, Martín Posse, Fernando Pandolfi … y Turu Flores.

La última imagen del Turu en el estadio Adolfo Amalfitani fue saliendo a hombros de los aficionados de Vélez Sarsfield, que ya conocían su traspaso al fútbol español a través de la UD Las Palmas. Y era día además de la conquista de un título.

El fichaje del Turu generó gran expectación en España. La UD Las Palmas, con Gerencia Deportiva al frente de su consejo de administración (grupo empresarial que se había hecho con el 41% de la sociedad anónima amarilla), abonó más de 500 millones de pesetas de la época y se colocó en el escaparate de equipo potencia en la Segunda División. Fue una etapa de abundante llegada de refuerzos del exterior con el Turu como abanderado.

Flores era el fichaje estrella del momento, incluso con mayor relieve que muchos de Primera. Era ídolo de la afición de Vélez, tras conquistar dos títulos del Clausura, uno del Apertura, una Copa Libertadores, una Interamericana y la Copa Intercontinental. Varios clubes poderosos europeos pretendieron el fichaje de ese jugador de físico poderoso y variada calidad de remates, imprevisible dentro y fuera del área. Pero aceptó el reto de venir a Gran Canaria para entrar en un proyecto que quería llegar cuanto antes con él a la Primera División.

Ese 8 de septiembre Flores no marcó en su primera actuación de amarillo, con una victoria firmada en los minutos finales con los tantos de sus compatriotas Walter Pico y Alejandro Omar Simionato.

Además, de inicio Pacuco alineó también a Manolo López, Blazo, Víctor, Paquito, Valerón, Socorro, Angel Rodríguez y Orlando Suárez. En los cambios entraron Toni, Sandro y Daniel Vidal.

El primer gol de los 44 anotados por el Turu con Las Palmas, durante dos temporadas, lo firmó frente al Real Jaén en Copa del Rey. Fue de inmediato referente de la afición amarilla, que vio en él a un rematador en todas las dimensiones del juego hasta su marcha al Deportivo de La Coruña en 1998. No haber logrado el ascenso a Primera en las dos campañas y las necesidades económicas del club fue determinante para que siguiera su carrera deportiva en el club de Riazor.

El Turu nunca se fue porque dejó un gran sabor de boca entre los aficionados amarillos que lo vieron y que aún hoy, como asistente de Pepe Mel, le recuerdan su poderosa pisada en el viejo Insular. Como en Vélez, su último recuerdo de amarillo fue dando la vuelta al Insular para recibir con sus compañeros la aprobación de los aficionados aunque el ascenso se había escapado por poco en la promoción contra el Oviedo.