M.B. 

A los 12 minutos Las Palmas ya estaba con el marcador en contra frente a la UD Ibiza. El séptimo gol en contra en cinco partidos, por cierto. En la jugada hay un error amarillo. Pero no más importante que el acierto táctico del conjunto celeste que dirige Juan Carlos Carcedo.

La presión de la UD Ibiza es la que provoca una vez más el fallo en zona de retaguardia de los futbolistas de Pepe Mel. Hasta siete jugadores celestes están en la zona de influencia de la jugada, atentos a la posible salida de balón en un sector donde seis futbolistas locales están estrechamente vigilados. Es tal el agobio que Sergio Ruiz recibe prácticamente de espaldas, rodeado por rivales y algunos compañeros amenazados por el robo adverso.

El cántabro duda y entrega mal el cuero. De inmediato, la fabricación del gol. Nono no tiene que pensar porque la acción siguiente está mecanizada. Conecta al primer contacto con Castel,que ya corría hacia la portería liberado de cualquier marcaje. Y el delantero solo tiene que empujar el balón a las redes de la Naciente.

Sin duda hay un error, que no fue el único. Pero es más voluminoso el acierto de la idea empleada por el conjunto ibicenco.