Manuel Borrego
Posiblemente ya no se recuerde bien que el primer día en la Liga Profesional de Eric Curbelo (27) fue con Paco Herrera aún en el banquillo de la UD Las Palmas. Y aquella jornada de enero de 2019, frente al Rayo Majadahonda y en el Cerro del Espino (0-0), el jugador satauteño actuó como lateral zurdo en un bloque defensivo que integraron Alvaro Lemos, Mantovani y Cala.
Quizá tampoco se tenga tan presente que, después de un ciclo notable con Las Palmas Atlético, Eric fue elevado desde el filial al primer equipo a mitad de esa temporada con el visto bueno del propio Herrera. Se rompía la pareja de zagueros centrales que formaba con Alex Suárez en Segunda B para situar su nombre en los planes del primer equipo.
Hay más datos de Eric que el tiempo suele dejar en la sombra. Como que su debut en el filial grancanario se produjo en Tercera, en la temporada 2016-17, en el ciclo del ascenso a Segunda División B con Manolo Márquez. Había llegado al club procedente del Leoia vasco, donde él mismo admite que adquirió a su juego los registros del fútbol del Norte que tanto le han ayudado en su camino. Y también quizá se olvide que no debutó en el filial hasta la jornada cuarta, frente al Ibarra, para definitivamente hacerse un hueco en el once titular a partir del partido séptimo frente al Arucas. Disputó 27 encuentros y por delante tenía otros compañeros con más presencia y minutos de juego.
También que el estreno de Curbelo en Segunda B con los amarillos se produjo a las órdenes de Suso Hernández un año después y que con Juan Manuel Rodríguez al frente del filial logró formar uno de los dúos más valorados de la división de bronce, con su eterno socio y ‘analista’ de fútbol Alex Suárez.
Ese camino transitado ha hecho que Curbelo sea, desde el día de su debut profesional, el jugador más utilizado en la UD Las Palmas. Y que ya esté a las puertas del día del partido 100 como jugador profesional. Lo podrá cubrir este miércoles, frente al Fuenlabrada.
Eric ha jugado en los dos laterales, en el centro de la zaga y ha anotado cuatro goles, el último de ellos de magnífica ejecución frente al Alcorcón. 100 días, galones en el colectivo amarillo y vencedor contra los prejuicios. Ni él mismo conoce sus límites en la profesión que, de momento, ocupa sus sueños.
