El ex jugador de la UD Las Palmas fue el técnico con el que debutó en Segunda B el conjunto vasco, club que "se mantiene humilde, trabajador y leal a un estilo"
Manuel Borrego
Cuando los aficionados de la UD Las Palmas escuchan el nombre de Axier Intxaurragalo asocian de inmediato a la solidez, compromiso, regularidad y todas aquellas características que el futbolista vizcaíno entregó en su etapa en el club amarillo.
Axier es también una conexión entre la UD Las Palmas y la SD Amorebieta, equipo al que por primera vez se cruzarán los amarillos en la Liga Profesional. El partido se disputa este domingo en Santa María de Lezama correspondiente a la jornada vigésima.
Porque Axier fue el primer entrenador del Amorebieta en Segunda División B, categoría de militancia del histórico club vasco desde 2011. “Dirigí al equipo dos temporadas completas, logrando en la primera clasificarnos para el play off de ascenso a Segunda División. Nos cruzamos con la Balompédica Linense, que más tarde se midió al Tenerife. Fue una experiencia inolvidable”.
Intxaurraga se alejó del fútbol hace seis años, por decisión propia. Había completado una eficiente carrera profesional en los terrenos de juego y más tarde en los banquillos, siendo Amorebieta el primero de sus equipos en la división de bronce. Y más tarde, con el Baracaldo, se cruzó con Las Palmas Atlético en el mismo grupo de competición.
Admite que “no he visto al Amorebieta esta temporada. Me he alejado mucho del fútbol y no sé cómo está. No sé bien cómo está su plantilla. Pero sí puedo decir que el club que yo me encontré era humilde, trabajador y leal a un estilo. Lo ha mantenido siempre, jugando su primer equipo con futbolistas del País Vasco a los que promociona. Sé que se mantiene igual, que el haber ascendido a Segunda División no les ha hecho perder la cabeza, no se han vuelto locos haciendo fichajes. Eso es bueno para el club”.
Conoce que no poder utilizar el estadio de Urritxe ha sido una decepción para muchas personas de la población. “Porque tenían la ilusión de la actividad que genera el fútbol, especialmente restaurantes y comercios. Pero no es posible. Entre Amorebieta y Lezama hay unos veinte kilómetros quizá. La gente se desplaza para animar a su equipo”.
De alguna manera, la SD Amorebieta de 2021 mantiene la filosofía de aquellos clubes vascos que llegaron al fútbol profesional y que también conoció Axier desde dentro. “Se fijan un poco en eso, en el Eibar de hace algunos años cuando jugaba con futbolistas de su entorno en Segunda. Y el estilo tiene que adaptarse a las exigencias de la competición, pero siempre con el sentido humilde de hacer las cosas”.
Axier siembra buenos deseos para un club al que tiene en estima y con el estuvo cerca de lograr el ascenso que en 2021 sí cosechó. Aunque viva de espaldas al partido, dos hilos de su vida se conectan este domingo.