No había tenido oportunidad Pepe Mel de despedirse personalmente de los jugadores, técnicos y restantes miembros de la plantilla profesional de la UD Las Palmas. Lo hizo este martes, al acudir a Barranco Seco para desear suerte a todos en el empeño de lograr el ascenso.
Fue un momento emocionante, como recoge el club en el acto reservado para los medios de la entidad. Mel agradeció el compromiso y profesionalidad de todos y cada uno, a la vez que destacó que deja a su familia de Gran Canaria, señala la UD Las Palmas.
El día anterior había dicho que iba a echar de menos el día a día y lo vivido durante más de 1.000 días como primer entrenador del club grancanario.
Salió Mel e instantes después el turno correspondió a García Pimienta, con la mirada puesta en la portería de la Real Sociedad B.