La herencia sin quejas de García Pimienta
01/02/2022

M.B.

 

Lo dijo desde el primer minuto en que pisó Gran Canaria. Lo repitió en su presentación, antes del encuentro y después de empatar con el Sanse 0-0. Lo aliñó con calificativos como maravillosa, magnífica o alta calidad. García Pimienta no puso reparo alguno a la plantilla que había recibido la pasada semana, tras el cese de Pepe Mel y a expensas de las últimas gestiones del club para reforzar su parrilla de jugadores. Pero no hubo más movimientos que las entradas conocidas de Hernani y Rober (¡ahí es nada!) y las salidas de Sergio Ruiz y Claudio Mendes, este último con dorsal del filial.

 

La confección definitiva del plantel siempre queda a expensas de cualquier acontecimiento imprevisto, como imprevisible también es el mercado atemporal (léase: jugadores procedentes del paro). Pero los dorsales están definidos y toca el turno al nuevo entrenador exprimir el máximo rendimiento a los jugadores, que sin duda no lo han expresado en su totalidad hasta la jornada 24. De lo contrario no se habría producido un relevo en el banquillo.

 

Hay puestos doblados, como insistió en el entrenador catalán, que además advierte sobre un colectivo de jugadores que le habrían dado garantías en las dos facetas del juego: contener y construir.

 

El mercado invernal se ha cerrado para la UD Las Palmas con movimientos ajustados aunque Pepe Mel se marchó con otro tipo de solicitudes que no se cubrieron: Desde el mediocentro para relevar al emigrante Sergio Ruiz hasta su frase “a Luis Helguera le he pedido de todo porque quiero ascender”.

 

El nuevo entrenador, al menos en sus expresiones, no lo ha visto así.

 

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