B.P.
La derrota de la UD Las Palmas frente al Burgos, primera de la era García Pimienta, dejó detalles dignos para analizar de manera interna. Sin duda más preocupantes los errores redescubiertos en defensa, origen de los puntos perdidos.
Pero hay otro hecho sumamente llamativo del encuentro, que repasamos con nuestra moviola. Ocurrió en el tramo final del partido y ya con marcador 0-2, cuando Jonathan Viera tenía la posibilidad de recordar a través de un penalti.
El capitán de los amarillos ejecutó el castigo con el infortunio de que su balón golpeó el larguero y quedó descontrolado en el área. El 21 grancanario corrió hacia el lugar donde podía caer el cuero aspirando a un segundo remate. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, hasta siete defensores del Burgos rodearon al capitán grancanario y dificultaron por completo la acción.
Viera estaba solo ante el enemigo en el área burgalesa. Porque el resto de sus compañeros no acudieron a buscar ese posible balón. Alguno con los brazos en jarra.
Los defensores del Burgos creyeron en la posibilidad de salvar su portería más que los atacantes locales en anotar un gol. El fútbol comienza muchas veces por un acto de fe.