Opinión

La contrarreloj de García Pimienta
15/02/2022

Manuel Borrego

 

Sobre el trabajo de García Pimienta en la primera trilogía de jornadas cubiertas bajo su batuta hay poco que decir aún: un empate, una victoria y una derrota, con dos goles a favor y otros dos en contra. No cuentan los tiros al poste, las paradas de los porteros rivales o las de Raúl Fernández, tampoco las ocasiones malogradas ni la superioridad en la posesión. Eso no tiene reflejo en la clasificación. No vale salvo para cargar el amor propio.

 

El nuevo entrenador y sus jugadores han de reconducir la trayectoria del equipo en 2021 -no iremos más atrás en nuestro análisis-, donde el equipo suma dos victorias, dos empates y dos derrotas, con seis goles a favor y seis en contra. Por este camino, sensaciones futbolísticas al margen, Las Palmas no llegaría al objetivo que se ha marcado como mínimo. Porque desde hace ya meses el proyecto está en remontada y en su propia contrarreloj. García Pimienta y el grupo han de recuperar el terreno perdido y aunque su mensaje es ambicioso, se están poniendo muy caras las dos/tres primeras plazas de la división.

 

Las Palmas está en mitad de su calendario de febrero y por supuesto tiene aún margen para todo. Pero debe insistir en esforzarse en rebajar una de las herencias adquiridas como son los goles en contra evitables. Aquellos que Pepe Mel tanto insistía en calificar como grosería defensivas. No han cesado, como se pudo comprobar contra el Burgos. Hay datos que riegan la importancia de este concepto del juego, que volvió a penalizar a la esperanza amarilla hace apenas unos días frente. Uno de ellos es el siguiente, como ejemplo: Cuando Las Palmas se ha puesto por delante en el marcador, ha ganado sus partidos fuera de casa. Tres ocasiones como las de San Sebastián, Tenerife y Cartagena. En esos partidos no hubo o se minimizaron los errores groseros. En el Estadio de Gran Canaria el equipo se colocó 9 veces por delante con el primer gol, con reflejo proporcional en su producción como local.

 

Ahora que toca visitar al rey de los empates de esta temporada(Real Zaragoza, 15) y procede insistir en ello, en la no comisión de fragilidades defensivas. Porque aún siendo una lucha contra el tiempo, los edificios no se comienzan por el tejado. Sin esos buenos cimientos (que son los defensivos) en plan corre riesgo de desmoronarse.

 

32 goles encajados y muchos de ellos de aquella manera no es dato que avale a una candidatura con altas aspiraciones. Es un déficit que no se ha arreglado en las últimas campañas. Esa mochila la tienen que descargar los nuevos responsables del equipo y los jugadores si quieren cada fin de semana agruparse para el selfi tras los partidos. Una nueva moda que también merecería la pena reflexionar sobre ella.

 

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