Manuel Borrego

Aunque Jonathan Viera lo pidió con su tan particular forma de alentar a un último esfuerzo. “Aquí no se rinde nadie”.Y ese mensaje tan claro desde el corazón del vestuario debe instalarse en la plantilla de la UD Las Palmas en los 450 minutos que restan para terminarla maratón de la fase regular de esta temporada.

Los primeros 90 tienen el innegociable concepto de la victoria sobre el Málaga, un rival necesitado que otrora acudía al recinto de Gran Canaria con otra mirada.Las Palmas paralizó su cuenta de victorias hace dos jornadas, después de cuatro consecutivas que le dieron para levantar el vuelo. Y ahora debe reanudarla con la intención de lograr si puede el pleno de puntos en juego, una cifra que le garantizaría el llegar con éxito a la meta volante de la competición.

Algunas cosas sí han cambiado en la era de García Pimienta.No nos referimos al juego, sino a la mentalidad del grupo, que es algo ahora tanto o más valioso que el decoro futbolístico que puedan expresar. Los dos últimos marcadores lo demuestran, pese al pesar de haber dejado dos puntos en Ipurúa y otros dos en Can Misses. Porque fueron Éibar e Ibiza los equipos que, apelando a la reacción, los que dieron caza en el marcador a los amarillos. Y no al contrario.

Y es que ahora Las Palmas está dictando acontecimientos; no es el equipo atropellado por éstos. De ahí que el mensaje del capitán Viera tenga sentido si los primeros en no abandonar la acometida son los que están en el campo de juego.

La otra parte del contrato la firman los aficionados.En la víspera del antepenúltimo partido como local se ha producido un llamamiento meditado de García Pimienta, reclamando a los amarillos leales de las gradas que “acudan en masa” para que sus jugadores se sientan más fuertes.

Con las cartas boca arriba, Las Palmas debe hacer saber con su resultado a los que pretende dar caza que va a poner muy caro el billete para el play off. Y ello significa que los tres puntos de este sábado, si es capaz de retenerlos en la isla, representarán una amenaza para los inmediatos conjuntos situados en la clasificación.

En el once, la principal novedad es la punta de lanza. Sadiku se pierde el partido que no habría querido extraviar en su agenda.Porque el Málaga fue el destino donde mejor rindió en el fútbol español. Y su excelente segunda vuelta podría haber tenido este viernes el incentivo de una portería conocida y, posiblemente, apetecida.

Mujica es su relevo natural, aunque García Pimienta dejó entrever que podría anotar alguna variación.Si Jesé acude a la posición de ariete, podría Rober recuperar su rol titular en una banda. O el propio emeritense cedido por el Betis jugar como ‘nueve’, posición alguna vez vista de amarillo.

La frase de Viera alimenta la semana que,aún llegando con algún retraso, en realidad el balón se empeña en demostrar que “tarde” solo puede ser solo un concepto teórico si el futbolista se empeña en ella.