Su equipo, el Villa, se metió en la promoción de ascenso de manera sorpresiva. Y, además, Santi Domínguezacabó este domingo como máximo goleador del grupo canario de Tercera RFEF. Todo ello fue suficiente para rescatar su buen humor. Porque, al final de todo y en la celebración, acabó con traje de luces ... y chanclas. El Matador de Los Realejos pasa a ser su apodo futbolístico. Y ya vestido de torero, en poco saltará a otro ruedo. Nuestra enhorabuena va por muchas direcciones.