B. Pérez

Jonathan Viera fue jefe de ceremonias después de terminar el encuentro. No fue un funeral por la derrota, fue la primera celebración de la próxima temporada. Porque hay un compromiso que empieza por el 21, cuyo testigo cogerán también los compañeros que se queden en el proyecto.

“Le debemos una a esta afición”, dijo el capitán grancanario señalando a la Grada Naciente, la más próxima a la boca de vestuarios. Minutos después del 1-2 ante el Tenerife, aquello parecía todo lo contrario. La celebración no era otra cosa que el consentimiento popular de que la temporada no ha caído en vacío.

Los futbolistas se unieron en los cánticos a los aficionados, también seguidos por sectores de otros graderíos. “El año que viene lo volveremos a intentar”, insistió el capitán. “Porque nosotros no nos rendimos”.

“Nos hemos dejado el alma”, dijo García Pimienta embargado en sus propias emociones. “Muchas gracias por el apoyo. No tengan dudas de que lo volveremos a intentar”.

Kirian, Sadiku, Valles, Benito, Moleiro, Fabio, Ale Díez, Mujica, Cardona, Álvaro Lemos, … Una colección de emocionados futbolistas profesionales que tenían ganas de seguir en competición hasta el 19 de junio, pero no pudieron. En el grupo algunos se despedían, porque cada año hay cambios, y otros aún por decidir si llegan a confirmar sus renovaciones en el club.

Sin duda un sorprendido García Pimienta mostró su lado más humano. Recibió el abrazo del vicepresidente, Nicolás Ortega, que estaba a pie de campo en el momento de las despedidas.

No tiene pinta de adiós. Es un hasta la vuelta de las vacaciones.