Un busca de un killer cargado con 20 goles
25/06/2022

Los tres equipos que lograron el ascenso a Primera rompieron una tradición reciente en Segunda: sus máximos realizadores resultaron determinantes

Manuel Borrego

 

Hubo algo diferente esta temporada recién finalizada, con respecto a otras inmediatas, en la Segunda División: Los tres equipos que subieron al ascensor tenían en sus filas jugadores de reconocido valor goleador. Almería (Umar Sadiq,18), Valladolid (Weismann, 20) y Girona (Stuani, 22).

 

El killer de 20 goles no ha sido una garantía de ascenso, porque así ha quedado demostrado, pero es un seguro de vida … de vida para pelear por algo importante.

 

La búsqueda de ese jugador es posiblemente la tarea más complicada que tiene ante sí Luis Helguera. Porque el gol se compra y los escaparates de los realizadores están siempre elevados.

 

Hay que mirar a las últimas campañas para percatarse de que el goleador no ha sido tan determinante como en la 2021-22. En el anterior ejercicio, solo el Espanyol (De Tomás, 23) fue el que tuvo una sus filas un realizador que se multiplicaba en las áreas rivales. Pero no Mallorca (Abdón Prats, 10) y Rayo (Isi Palazón, 9) que acompañaron a Primera a los periquitos catalanes.

 

Lo ocurrido en 2018-19 y 2019-20 ratifica esa teoría de que el goleador no fue entoncesuna pieza tan determinante como ahora. El mejor registro de esos años correspondió al gaditano Alex Fernández (13), que además aprovechó sus aciertos a once metros para ser la primera referencia de su equipo.

 

13 goles son los que precisamente anotó Jonathan Viera que, por segunda vez desde que es jugador de la UD Las Palmas, ha sido la mejor referencia realizadora del equipo amarillo. Pero a Viera le habría gustado haber entregado más que firmarlos

 

En el ascenso de 2015 sí es innegable la contribución de Sergio Araujo, que con sus 22 goles se convirtió en una referencia no sólo para él mismo sino para lo que representó el trabajo de todo el grupo aquel año.

 

Es cierto que el gol está muy repartido en el equipo amarillo; pero el puesto de ariete ha sido un rompecabezas tanto para Mel como ahora para García Pimienta. Lo positivo de un mal final o un final no deseado es que ya conoces lo que pudo resultar deficitario. Y es ese un semáforo encendido para poderlo corregir.

 

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