Manuel Borrego
Todo iba sobre ruedas en la vida de Raúl Fernández en el que era su primer año en la UD Las Palmas. Aunque el equipo no estaba enganchado en el vagón que aspiraba, el meta vizcaíno se había hecho con la titularidad y con la opinión de la grada del Estadio de Gran Canaria. Incluso dio pie a que se comparase su inclusión en el proyecto con la de otros legendarios porteros vascos (Oregui y Ulacia) que dejaron imborrable estela en una UD con mucho acento canario.
Todo iba encarrilado hasta que en su camino se cruzó el 14 de marzo de 2019 el delantero serbio del Cádiz, Djordje Jovanovic. El encuentro estaba 0-0 y Fernández salió a cazar un balón en el que llevaba clara ventaja sobre el atacante. Pero Jovanovic no frenó su impulso y, con los tacos por delante, impactó de lleno con el rival de los guantes.
En ese momento, sin saber con exactitud lo que vendría en el camino, hubo un antes y un después para el portero vizcaíno que este lunes puso fin a su etapa en la UD Las Palmas para volver al Granada (diría Miguel Ríos). Un impacto brutal impidió a Fernández seguir en el partido y en la Liga porque en ese momento confirmar fracturas en la mano derecha y en la rótula de su pierna izquierda.
El primer pronóstico fue de tres meses alejado de los terrenos de juego. Pero no fue así. Recaídas, nueva fractura, quirófano, … Fernández tuvo que afrontar un duro camino que se prolongó durante dos años y cuatro meses hasta que regresó al Estadio de Gran Canariapara su retorno ante el Real Valladolid (15 de agosto de 2021).
Raúl Fernández ya no era el mismo, aunque su ausencia había propiciado en la UD Las Palmas hasta tres debuts de porteros procedentes de filiales: Primero Josep Martínez, luego Álvaro Valles y más tarde Álex Domínguez.
El vizcaíno fue un compañero correcto, solidario y competitivo pese a que el nivel que mostraba hasta aquel infausto día no logró recuperarlo en Las Palmas. Tampoco la confianza absoluta de Pepe Mel y más tarde García Pimienta.
Termina su ciclo de cuatro temporadas con un total de 60 encuentros con el club grancanario sin que la afición de la UD Las Palmas tenga una palabra de reproche a su entrega a la propia profesión y al proyecto en el que se enroló tras etapa en el Levante UD.
Vuelve a Granada, donde en 2010 logró el ascenso a Segunda A con el club nazarí con permiso del Athletic Club. Ahora con 33 años encuentra en Granada un volver a empezar.
