Manuel Borrego
Recitar una alineación de memoria y mantenerla en el tiempo es sin duda la señal más evidente sobre la salud de un proyecto deportivo colectivo, como es el fútbol profesional. Hay equipos (onces titulares) que están en el recuerdo de los aficionados durante años, décadas … o lo son hasta la eternidad. Cada aficionado tiene el suyo propio en el baúl personal.
También se hacen eternas las sociedades. La que formaron desde muy jóvenes Jonathan Viera y Vitolo se vuelve a encontrar por tercera vez en el paraíso futbolístico de ambos, en el equipo al que quieren dar una alegría imborrable en el tiempo. La doble V grancanaria no se une con la camiseta de la UD Las Palmas desde el 26 de noviembre de 2017, hace casi un lustro, en partido disputado en San Sebastián frente a la Real Sociedad (2-2). Semanas después Vitolo acudía a incorporarse al Atlético de Madrid y Viera, rumbo a China.
Aunque como dato curioso, la última vez que se vieron en un campo fue antes y con intenciones antagónicas: 28 de enero de 2018, en el Atlético-Las Palmas (3-0). Habían cambiado sus propósitos y, sin saberlo entonces, las trayectorias de sus propias carreras profesionales.
En el verano de 2022 esos caminos se han vuelto a unir en el mismo escenario donde todo comenzó en 2010. Y ahora con la intención de recuperar para el club materno aquello que se perdió en tan infausta última campaña juntos; para todos.
A Viera y Vitolo, en plenitud de facultades, casi no hay nada que explicar. Sólo con una mirada enamoran al balón.Y esa relación futbolística tan imaginativa y productiva de una dupla requerirá más ayudas. Empezando por un tercer socio, ese jugador que complete un triángulo de magia y que sea capaz de también situarse en el tercer ángulo de una teoría geométrica del éxito. ¿Será el joven Moleiro?, ¿quizá un realizador por descubrir, con los bolsillos cargados de goles?, ¿quizá el recuperado Pejiño o Kirian?.
La llegada de Vitolo es un avance importante en los planes de la formación titular, sin duda. Máxime cuando quien lo avala en todo es quien manda en casi todo. El primer objetivo de Machín es volver a ser el jugador que deslumbró a España, con su cambio de ritmo, verticalidad y disparo. La siguiente respuesta sobre el tercer hombre está por descifrarse en el tiempo.
