B. Pérez
El entrenador del Deportivo Alavés habla de un error defensivo en la finalización de la jugada del 1-1,iniciada por Pejiño, continuada por Sergi Cardona y definida por el ariete Marc Cardona. Es lógico: En un gol hay aciertos y errores.
La ejecución del 1-1 en tres tiempos es magnífica por parte de la UD Las Palmas, que carga una zona del campo para volcar su ataque por la contraria. Y es una acción colectiva combinada que tiene mayores méritos en el acierto que errores en el repliegue defensivo.
Todo comienza cuando se conectan con la mirada las dos alas del ataque amarillo. Pejiño sale con el balón desde la derecha, buscando una diagonal. Y en el mismo momento, coordinado desde el otro sector, Sergi Cardona inicia la carrera a la espalda del lateral Arroyo, confiado en llegar a tiempo a cualquier cruce.
El balón que envía el barbeteño al área es preciso. Tiene la altura justa para superar las piezas defensivas. Y también la fuerza exacta para no abandonar los límites del terreno de juego. Todo lo demás es obra de los Cardonas:
Sergi toca el cuero tras el primer bote, sin necesidad de exagerar un control en el área. Y el destino final es para Marc Cardona, que se zafó de los dos centrales ubicándose entre ambos antes de dirigirse al punto de recogida.
Es un gol al primer contacto; una triangulación de equipopara resolver los tapones defensivos de un rival que quería vivir de la mínima renta.