Protagonistas

Marc Cardona: El equipo antes que el ego
06/09/2022

El nuevo ariete de la UD es un 'dolor de muelas' para las defensas rivales; añadiendo a los goles una lucha incesante en cada partido

Manuel Borrego

 

Es altamente improbable que Marc Cardona (27) mantenga su ritmo de goles en las redes rivales durante las 38 jornadas restantes del campeonato. 4 tantos en la misma cantidad de partidos es un promedio extraordinario. No lo tiene ningún pichichi de la Segunda División en los formatos competitivos actuales. Y más aún con un porcentaje tan alto de acierto: 7 de sus 9 disparos acabaron bien dirigidos a las porterías rivales.

 

Lo que es probable o prácticamente seguro es el nivel de trabajo que va a seguir ofreciendo el delantero ilerdense por el que García Pimienta puso ‘la mano en el fuego’. En cada partido su kilometraje es admirable, agotando el combustible sin dejar nada en la caseta. Ese es el primer punto de su contrato moral con la UD Las Palmas.

 

El Marc Cardona que ha debutado en este primer mes de la UD Las Palmas puede ser una agradable sorpresa en el camino. Está mejorando su rendimiento en anteriores clubes, como por ejemplo en el Mallorca con el técnico García Plaza quien, por cierto, le brindó frases de elogio tras el 1-1 del sábado.

 

Marc es sencillamente un dolor de muelas para las defensas rivales. No está solo para anotar cuando la oportunidad se ofrezca. Ofrece datos como 15 recuperaciones o 11 duelos aéreos ganados que hablan de su voluntad añadida de pelea. Obliga a los zagueros al cuerpo a cuerpo, a meterse en modo de brega porque el delantero amarillo está dispuesto a cumplir su misión de incordiar o de ser el defensa más avanzado de un equipo hasta ahora que ha mejorado su funcionamiento arriba con él.

 

Lo tenía complicado sobre el papel. Pero, salvo en este instante de lectura, no se habla en el entorno de la UD Las Palmas de los Jesé, Sadiku, Mujica o Peñaranda … Y ese es el otro mérito que acumula el esfuerzo de Marc Cardona.

 

Salvando distancias y estilo, es un fajador del verde como Marcos Márquez en su momento. La eficiencia por delante del brillo personal. La batalla por delante de la filigrana. Y el equipo antes que el ego. Si este es el Marc que espera en el resto de la Liga, que pidan cita en el odontólogo los zagueros rivales.

 

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