Autor del gol 1.000 en Primera
Manuel Borrego
Félix Marrero pasó al expediente histórico de la UD Las Palmas como autor del preciado gol 1.000 del equipo grancanario en Primera División. La caza de ese tanto comenzó a raíz de propuesta de Canarias Deportiva, a través del director de la publicación (Antonio Cruz Domínguez) al recordar en el inicio de la temporada 1982-83 que el equipo estaba a unos pocas dianas de ese número tan simbólico.
El gol número 100 había sido obra de Morro, el 200 de Vázquez, el 500 de Gilberto Fernández y así hasta el 900 de Pepe Farías. El equipo entonces dirigido Walter Skocic se acercó hasta el 999 y el 25 de septiembre de 1982. Frente al Valladolid, llegó el momento con un disparo de izquierda de Félix Marrero.
Sucedió en la portería de la Grada Naciente con la peculiaridad de que Félix, habitual centrocampista, jugó aquel partido como lateral derecho. Así lo recordó en su testimonio a Tinta Amarilla: "Juani Castillo lanzó un ataque hacia la izquierda en la que me quedé cerrado. Creí que me podía enviar el balón desde que me viera correr. Y así lo hizo. El primero de mis centros lo rechazó el hondureño Gilberto Yearwood y el balón vino de vuelta. Volví a hacerlo y describió una parábola perfectaque sorprendió al portero Fenoy; todavía lo estoy viendo entrar en la portería pegadito al palo".
El tanto de Félix y la algarabía que se montó tuvo su propia anécdota. Porque el futbolista grancanario corrió tanto con gestos de alegría que atravesó el centro del campo y allí se montó, en campo propio, la montonera amarilla: "Tuvimos que suspender los abrazos para salir corriendo como demonios (el Valladolid tuvo autorización para sacar de centro mientras los jugadores rivales seguían con sus festejos). Cometimos una falta al borde del área a Morépara evitar que marcaran el empate porque ya solamente quedaba Pérez, nuestro portero. Protestamos al colegiado (el vizcaíno Benavente Garasa) pero él no entendía nada de lo que estaba pasando. Días después nos llamó por teléfono para pedir disculpas ya que desconocía la trascendencia de aquel tanto".
Félix volvió a casa con el balón de su gesta, aunque con un punto porque el resultado final del partido fue 2-2: “Le dije a mi mujer: Mil goles... como Pelé. Y ella contestó: pero él los marcó solito".