Manuel Borrego

“Cortar la racha de imbatibilidad de la UD Las Palmas es un reto y una motivación”. Con esa contundencia, en palabras del técnico Javier Baraja, se presenta este sábado en el Estadio de Gran Canaria el otro conjunto insular de Segunda A, que ya la pasada temporada firmó un disgusto a medias para los amarillos en etapa de Juan Carlos Carcedo.

Es ahora Baraja el que ha tomado el altavoz para emitir en dirección a Gran Canaria un mensaje que ha de recibirse en tono de alerta para un equipo grancanario que “va por el buen camino”. De ese último concepto no cabe duda, aunque el CD Mirandés logró la pasada semana recordar a los jugadores de García Pimienta que cinco minutos en la competición de plata pueden ser una eternidad.

Los amarillos afrontan el nuevo choque con una revancha propia y con el seguro aliento de una afición que quiere remontar el vuelo con victoria, mantenerse al menos en la segunda plaza o volver a tomar el mando de la tabla.

Pero casi en el primer cuarto de la competición ha llegado un inesperado contratiempo que tendrá que resolver el técnico. Porque la lesión del esforzado Marc Cardona genera en el dibujo del equipo grancanario una clara interrogante. No lo es por la calidad de las piezas profesionales disponibles para esa misión; lo es por el momento de forma que puedan brindar los naturales aspirantes a la plaza como son Sandro Ramírez y Florin Andone.

Y lo es también porque en apenas una fracción de ocho días la UD Las Palmas resolverá nueve valiosos puntos en el torneo, con doble desplazamiento a Lugo(12 de octubre) y Ponferradina(15 de octubre).

García Pimienta quiere focalizar su atención en la primera cita, que podría llevar a los amarillos a la frontera de los 20 puntos. Se ha de localizar también la fortaleza defensiva y mantener el acierto de cara al gol de las últimas jornadas.

Para ello, Jonathan Viera también habló con claridad esta semana. Las dudas, resueltas con hechos.