La imagen ya tiene un recorrido de once temporadas. Es Jonathan Viera, rodeado de niños que querían su autógrafo. Otros tiempos, los de su juventud cuando era un incipiente jugador de cantera. Pero ya el 21 actual captaba la atención de los jóvenes aficionados. Los atendía tras los entrenamientos en el Estadio de Gran Canaria, a veces rodeado para asomar la cabeza y tomar un poco de aire. Es el mismo Viera de hoy a los 33 recién cumplidos; en eso no ha cambiado. Lo quieren y él se deja querer. Y aquellos niños muchos serán hoy aficionados en las gradas, aún aplaudiéndole.