Manuel Borrego

En el balance general de la temporada 2022-23 habría que hablar de contadas decepciones entre los distintos jugadores que utilizó García Pimienta para lograr el ascenso.

Posiblemente sea Loren Morónel futbolista que generó mayor desencanto porque su aportación, tras el préstamo en el verano invernal, no llegó a cubrir las necesidades ofensivas que se generaron en el equipo amarillo. Un solo gol, un penalti errado y poco más deja en su efímero paso por el equipo grancanario (479 minutos en 11 partidos).

El jugador bético tenía a su disposición el adquirir un protagonismo mayor, porque por momentos los problemas físicos en la segunda vuelta de Sandro, Marc Cardona y Andone le permitieron ser principal referencia. Apenas 14 disparos y bajas sensaciones generales para tan experimentado jugador y poderosa apuesta del club por él.

Tampoco Wilfrid Kaptoum acabó por ser futbolista que solucionara coberturas en el centro del campo. Cierto es que conocía el plan de Pimienta y que, por el contrario, le faltaba rodaje antes del ingreso en el proyecto de la UD Las Palmas. Pero la aparición de Kirian Rodríguez en el tramo final lo eclipsó por completo y deja un rastro de 352 minutos en 11 partidos.

Florin Andone, sin embargo, se vio condicionado por las lesiones. La suya fue una situación incómoda, aunque participó en 19 partidos y anotó dos goles. El rumano tenía garra e interés, pero el físico no le ayudó.

Quizá estos tres nombres sean los que puedan pasar sin pena ni gloria en 2022-23, aunque el ascenso del equipo les hará recordar en una campaña heroica llena de protagonistas.