Manuel Borrego

El reparto de actores estelares en la Liga ha cambiado mucho desde la salida de Primera División de la UD Las Palmas.Lo acusan más el FC Barcelona (Messi, Piqué, Iniesta, Busquets, Luis Suárez,…) y el Real Madrid (CR7, Benzema, Bale, Ramos, Marcelo, …), que fueron los dos equipos que coparon la clasificación por este orden.

Pero otros grandes jugadores de aquella liga de 2017-18 ya no están, otros se mantienen y nuevas figuras emergen. Cuando la competición arranque frente al Real Mallorca, los amarillos de García Pimienta tendrán la misma sensación que en 2015 caló en los jugadores de Paco Herrera. La permanencia en la máxima categoría va a ser una dura empresa y el primero de los objetivos es asimilar el ritmo y cualidades de juego de los próximos rivales.

El estreno de la Liga 2015-16 tiene alguna similitud con el de 2023-24. Un puñado de jugadores grancanarios aparecían en la Primea División como debutantes: Lizoain, David Simón, Dani y Javi, Roque Mesa, Hernán, Vicente Gómez, David García, … Cayeron ante el Atlético de Madrid con un solitario gol de libre directo de Griezmann, por cierto una de las estrellas supervivientes. Y regresaron a la isla con la intuición de que no había tanta distancia futbolística con la Primera División. El tiempo les dio la razón, ya con Quique Setién en el banquillo.

La Liga próxima en la máxima categoría, la trigésimo quinta de la UD Las Palmas en ella, es apreciablemente distinta. Curiosamente terminó la última competición con los mismos clubes componentes del podio, aunque Real y Atlético intercambian puestos. Jugadores como Pedri, Gavi, Lewandoswski, Fati, Rodrygo, Camavinga, Vinicius, Morata, Yeremi Pino, Borja Iglesias, … son los que ahora podrían encabezar el reparto junto a algunos clásicos futbolistas que se mantienen. Pero el perfil general de la Primea de 2023-24 es en teoría inferior al de hace un lustro.

La UD Las Palmas está ante una oportunidad o un desafío. La nueva plantilla grancanaria está en proceso de construcción, ahora en los despachos, aunque ya desprende aroma de un trabajo continuado en lo táctico con en el empleo de las piezas que llevaron al equipo de García Pimienta, otro debutante, a la Primera División. La idea no se toca, aunque cambien algunos rostros en el Estadio de Gran Canaria.

Dicen que el primer año tras un ascenso a Primera es el más inquietante. Lo es por la incertidumbre natural del que alcanza un peldaño donde la exigencia adversaria es mayor. Pero el hambre de Primera de los amarillos de 2023 es la primera herramienta para crear algo que ilusione y sirva afianzar con trabajo el principal objetivo.

El día 10 de julio está a la vuelta de una esquina y el deseo de un credo no se frena.