Manuel Borrego

Aunque los veranos futbolísticos son extensos y las variaciones del mercado a veces pueden hacerse imprevisibles, el plan de la UD Las Palmas para remodelar la plantilla del ascenso está boca arriba. Así lo ha confirmado el presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez, al enumerar las piezas que restan por incorporar a las órdenes de García Pimienta: un portero, un lateral (diestro), un defensa central y dos delanteros.

En total, entre los que ya se incorporaron y los que han de venir, nueve posiciones se alteran en un grupo donde también se han producido otras nueve salidas. Hasta Marbella el equipo viajó con tres dorsales vacantes, aunque con la condición de que son provisionales (2, 15 y 16). Habría que añadir el número 1 de Álex Domínguez, con inminente relevo en su posición. La quinta pieza del puzzle de salida queda como incógnita.

El plan genera una evidencia: No están todos los que son, ni son todos los que están. De esas nueve posiciones, tres ya tienen nombres y apellidos: Daley Sinkgraven (para el lateral izquierdo), Javi Muñoz (centro del campo) y Cristian Herrera (una de las plazas en la delantera). Y el factor común de todos es la llegada desde la agencia de jugadores con la carta de libertad. Porque el ascenso no desata en la UD Las Palmas un desenfreno en su gestión.

A los tres refuerzos nuevos habría que añadir las reincorporaciones de Benito Ramírez y Oscar Pinchi, que a la concentración andaluza han viajado con el 11 y 18 a sus espaldas.

Y de momento, no se atisba una intención de elevar a dorsal profesional a alguno de los canteranos que están a las puertas, como ocurrió la pasada temporada con el propio Moleiro (10).

Esos nombres están relevando, de momento, a los zagueros Sidnei y Marvin Park, a los centrocampistas Óscar Clemente y Widfred Kaptoum, además de los atacantes Álvaro Jiménez, Vitolo, Loren Morón y Florin Andone.

El grupo de la plantilla mantiene su hoja de ruta, casi para poder confeccionar un primer once titular que comenzará a dibujarse en las dos últimas semanas de la puesta a punto. Los puestos están definidos, la lluvia de nombres continúa.