Raith Rovers, de amarillo y con las Islas Canarias
25/07/2023

El club escocés no se olvida del naufragio que sufrió en 1923 en el viaje hasta Gran Canaria e incluye un mapa del Archipiélago en la segunda equipación de la temporada

Manuel Borrego

 

Hace unos días, el pasado 1 de julio, recordábamos en Tinta Amarilla con todo lujo de detalles lo ocurrido a la expedición del Raith Rovers escocés en viaje a Gran Canaria en 1923. Se conmemoraba el centenario del naufragio que el navío sufrió en el viaje a Canarias, cuando transitaba por las costas de Galicia.

 

El histórico club escocés, Raith Rovers, comunica que rinde homenaje a aquel acontecimiento en las camisetas de su segunda equipación. Eligen el color amarillo y azul, mientras incluyen en la vestimenta un mapa en el que ubican las principales islas de nuestra Comunidad Autónoma.

 

La UD Las Palmas había negociado con Raith Rovers un partido amistoso este verano para recordar aquel célebre acontecimiento, pero finalmente no logró encajar en la agenda del club británico.

 

A modo de recordatorio, este el texto que publicó Tinta Amarilla el pasado 1 de julio al cumplirse los 100 años del incidente:

1 de julio de 1923

 

En el testimonio del suceso contaron los propios jugadores del Raith Rovers escocés lo ocurrido a las 8.30 horas del día 1 de julio de 1923 en As Marosas, Galicia. Aún con la mayoría del pasaje en sus camas, se produjo un potente impacto que dañó gravemente al barco y la travesía rumbo a Gran Canaria se interrumpió.

 

Tal día como hoy hace un siglo, el primer equipo británico que iba a disputar partidos en la capital grancanaria sufrió uno de los naufragios más célebres del deporte mundial en el pasado siglo. El capitán y la tripulación del vapor Highland Loch, de la naviera Nelson, no pudieron percatarse de la ubicación de unas rocas que conocían bien los pescadores de la costa coruñesa. Cuentan también en Cabo Corrubedo.com detalles de aquel incidente, que trataron de evitar los faeneros de la zona en un frustrado intento para avisar a los responsables del buque. Sin embargo, los pescadores gallegos no llegaron a tiempo. La niebla matinal jugó un papel para el infortunado destino de la nave de transporte, que habría previsto su rumbo a Buenos Aires tras haber hecho escala en Gran Canaria y allí dejar a los ilustres deportistas escoceses.

 

Los 21 componentes de Raith Rovers viajaban desde el 28 de junio hasta Las Palmas de Gran Canaria, como premio a la temporada que un año antes habían firmado como terceros de la Liga del país. 13 de los miembros eran jugadores, que participarían días después en un serial de encuentros previstos en el Campo de España. Completaban el grupo técnico y dirigentes, que junto a casi un centenar de pasajeros fueron sorprendidos por el crudo golpe del casco del barco.

 

Los planes de todo el pasaje se habían roto, aunque no hubo víctimas mortales. Los marineros gallegos lograron rescatar con calma a todos los navegantes del Highland Loch, que durante algunos días deambularon por algunas poblaciones gallegas. La bodega del buque quedó anegada, aunque unos días después fue reflotado para llevarlo a reparaciones en Vigo.

La delegación de Raith Rovers (club fundado en 1883) no desistimó de cumplir con sus compromisos en Gran Canaria, donde se desconocía con exactitud lo que había sucedido. Y el 7 de julio por fin arribaron a la isla, trasladados en el barco Darro, de la Royal Mail.

 

Así fue cómo entre el 8 de julio y 26 de julio de 1923 disputaron seis partidos que congregaron a los aficionados isleños y residentes británicos en el Campo de España, el primer recinto deportivo de la época. El Real Vigo Sporting Club, que también se encontraba en las islas disputando algunos amistosos y observando jugadores locales, fue el primero en jugar con un equipo escocés que ganó todos los encuentros previstos. Los británicos vencieron dos veces a los gallegos 3-1 y 1-0; posteriormente al Porteño 4-0, Gran Canaria 5-1, RC Victoria 2-0 y finalmente Marino FC 2-1. Los tres últimos rivales isleños, junto al Atlético Club y Arenas, formarían en 1949 la UD Las Palmas.

Imagen de una formacion del Raith Rovers en el Campo de España, de la capital gancanaria (Cabo Corrubedo.com)

 

Al Raith Rovers le cabe el honor de haber sido el primer club de las islas británicas en jugar en Gran Canaria; posteriormente lo hicieron el Liverpool FC (1935) y Chelsea FC (1963) que completan un simbólico podio de visitantes de las británicas islas.

 

El club británico recordaba esta misma semana en su sitio web el embarque el 28 de junio rumbo a Gran Canaria y el incidente en la denominada por ellos como la “Piedra Amorosa”.

 

Paquito Ortiz, ex jugador de la UD Las Palmas y actualmente en el organigrama de la Fundación del club amarillo, fue también futbolista del propio Raith Rovers entre 2001 a 2005. “En el estadio del club (Stark’s Park) recuerdan el suceso de 1923 con una foto conmemorativa del naufragio, la del momento de embarcar la expedición. La imagen la veía todos cada vez que pasaba por aquel lugar. Tienen muy marcada la fecha de aquel suceso, que fue noticia de impacto en la época”, recuerda.

Paquito Ortiz, en un acto del Raith Rovers -club al que perteneció tras su paso por la UD-, junto a su amigo y técnico Antonio Calderón, con quien coincidió en el Raith Rovers. (TA).

 

Frustado intento de repetir la visita del Raith Rovers en 2023

 

La imagen a la que se refiere Ortiz es la del embarque de la delegación (21 componentes) en el puerto de Tibury Docks en Londres, captada el 28 de junio de 1923.

 

La UD Las Palmas tenía mucho interés en incluir en el calendario de amistosos de 2023 un encuentro con el legendario club escocés, que tiene 140 años de existencia. Se gestionó la celebración para disputarlo en el Estadio de Gran Canaria con el único objetivo de rememorar un suceso que cumple su centenario este sábado, previo a aquella primera visita a la isla. Pero finalmente Raith Rovers no incluyó en su plan de pretemporada de 2023 la posibilidad de esta nueva visita de su equipo profesional. De haberlo hecho habría tenido un valor mediático y emocional de gran calado, coincidiendo además con el regreso de la UD Las Palmas a la Primera División y como heredera de aquellos cuatro equipos isleños a los que Rovers se enfrentó.

 

 

 

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