Opinión

García Pimienta: 2.300 minutos de coherencia
03/08/2023

Manuel Borrego


Eran otros tiempos, nada que ver con los actuales. Los entrenadores expresaban sus impresiones o avanzaban información con los periodistas casi a diario, tras sesiones de entrenamientos con testigos en las gradas. Era importante cada palabra o cada asunto, porque siempre se miraba con lupa como también lo es ahora. El nuevo modelo se fue instalando poco a poco, desde la rutina de las ruedas de prensa pre y post partido, hasta los crecientes entrenamientos a puerta cerrada. Por entonces, en la UD Las Palmas, incluso algún informador llegó a subirse a la azotea del edificio Manuel González Martín para saber cómo era el plan de partido. Incluso con prismáticos … Sería hoy un esfuerzo innecesario.


García Pimienta es técnico de una nueva hornada, procedente además de una escuela futbolística que tiene todo estudiado. Desde que llegó a la UD Las Palmas sus valoraciones se realizan en la mayoría de los casos a preguntas en la salas de prensa. En año y medio ha sido protagonista de 128 ruedas informativas tras encuentros oficiales, además de otras intervenciones periodísticas.


Su promedio de atención a los medios ronda entre los 15 a los 20 minutos por intervencón,respondiendo a todo tipo de preguntas. No parece que las incómodas sean para él eso: incómodas. Si tomamos un término medio, solo en partidos de competición el actual entrenador de la UD Las Palmas habría estado ante un micrófono más de 2.300 minutos.Y en todo ese proceso hemos de subrayar que no ha cometido un solo desliz. Es un dato de récord en los tiempos actuales. Porque todo lo que un máximo responsable de equipo dice es importante, aunque parezca insignificante.


La Primera División será una prueba también para él,no solo en lo táctico o en lo competitivo. Si el altavoz de Segunda es potente, el de Primera alcanza rincones que ni imaginaría. Hasta el día de hoy, en la víspera del asalto a la nueva competición y categoría, García Pimienta se ha caracterizado por ser un entrenador respetuoso con lo propio y con lo ajeno. No ha emitido una sola valoración de menosprecio a cualquier rival al que se enfrentó, ni ha picado en las tradicionales preguntas trampas de los derbis. Tampoco ha exagerado o sobrevalorado los méritos de su propio equipo, manteniendo un difícil equilibrio en el análisis. Ha sido elegante al abordar cualquier asunto arbitral, aunque en este apartado hemos de señalar que desde la llegada del VAR -con o sin sus propias polémicas- el tacto judicial con la UD Las Palmas ha levantado pocas ampollas. Y, sobre todo, Pimienta no ha entrado en una contradicción analítica que pudiera resquebrajar algunas de sus palabras.


Su mensaje hasta ahora está tejido por una idea que se ajusta a la propuesta futbolística. Le quedan muchos minutos ante los micros y ahora, incluso, le van a llegar preguntas que está en órbita de lo que es la Primera División española y las estrellas que giran en ella. Es el técnico debutante en la nueva Liga pero, con estos precedentes, parece tener oficio para dar altura a un proyecto que sigue nutriéndose de buenas sensaciones.

 

La frase "un equipo es imagen de la mano que lo dirige" es prometedora en el caso de la UD Las Palmas. En pocos días comenzará a pasar la prueba del algodón.

 

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