Manuel Borrego

La autocomplacencia es peligrosa en un contexto tan profesionalizado como en el que se encuentra la UD Las Palmas. La amistosa derrota 3-0 ante el Leipzig no representa un resultado ni actuación para perder el sueño, aunque sí da alas a quien gusta aparecer para analizar un mal resultado y ocultarse en los éxitos. Eso entra dentro de la normalidad. Y la realidad es que Las Palmas no fue Las Palmas ante el Leipzig; trató de serlo, pero un rival de alto nivel físico, intenso y con certero crochet desnudó muchos de los argumentos del juego que la han llevado a la Primera División. Un notable Leipzig logró que brotaran los errores que tanto preocupan al propio García Pimienta.

El partido de este sábado en Alemania tampoco debe caer en saco roto, aunque no tenga valor competitivo alguno. Ha dejado una colección de anotaciones en la hoja de ruta del cuerpo técnico de la UD Las Palmas. Porque el RB Leipzig ha mostrado a una plantilla que está zarpando por primera vez en la máxima categoría (mayoría de los casos) dónde se puede colocar el listón de una competición de grandes rivales como también lo es la española.

A Marco Rose, entrenador del Leipzig, le pareció un ensayo decente. Para medirse al Bayern Munich en una semana, con el título de la Supercopa alemana en juego, necesita un ritmo, intensidad y pegada como el mostrado en su presentación. Así que la opinión de Rose se referirá a la respuesta de su equipo en el amistoso, porque seguro que García Pimienta tendrá otras valoraciones que hacer en su mesa de trabajo de lunes antes de afrontar la semana del debut frente al Mallorca.

Precisamente esos tres conceptos fueron los que regresaron de Alemania en color ámbar. El ritmo, sin duda, lo dará la competición. La intensidad es innegociable porque no tenerla en cada instante lleva a pequeños errores que se convierten en grandes pérdidas. Y la pegada, … eso está en la propia inspiración de cada jugador. Es, posiblemente, la variable futbolística más difícil de pronosticar.

Los exámenes del verano se acabaron. El Espanyol fue el primero de los rivales que subrayó en Marbella unos defectos; Leipzig ahora los ha remarcado en rojo. Ambos, en realidad, han hecho un favor al cuerpo técnico de la UD Las Palmas porque les señala el factor de corrección y recuerdan a los futbolistas que un instante de duda es suficiente para la derrota en la máxima competición. La permanencia en Primera será producto de un duro trabajo y, para ello, precisamente hace falta eso. Y mucha unión.