Manuel Borrego

Los elogios por las conquistas de la Real Sociedaden la actual etapa viajan de la mano de una política de cantera que, como la propia UD Las Palmas, es fuente de inspiración en el fútbol profesional. El equipo txuri urdín regresa al Estadio de Gran Canaria este viernes, para expresar la rivalidad que tuvo especialmente en los años setenta y ochenta con la propia UD Las Palmas.

El ciclo de Imanol Alguacil, técnico proyectado desde la propia cantera realista, ha retornado al equipo a la máxima competición continental como cuarto clasificado de la pasada temporada. Y recientemente, ha disfrutado de un nuevo título de la Copa del Rey (2019-20) que ha añadido al palmarés deportivo como club.

Tras estas conquistas hay una labor de creencia en la producción propia de Zubieta. El dato más sobresaliente se puede localizar en la propia primera plantilla del club, donde 8 de sus componentes militaron apenas hace tres temporadas en Segunda A con Xabi Alonso en el banquillo. De tal forma que en el contexto de Primera se encuentran Robert Navarro, Turrientes, Karrikaburu, Olasagasti, De Zárate, el portero Unai Marrero, Alex Sola y Pablo Marín.

Aquel equipo filial, al que se midió la UD Las Palmas y que no pudo mantenerse en Segunda División, deja más rastro en el fútbol profesional y en otros destinos: En Primera, Alkain (Alavés) y Martón (Athletic). Y en Segunda, Zubiarre (Eldense), Blasco (Huesca), Ander Martín (Burgos), Arambarri (Leganés), Roberto López (Teneife), Lobete (Andorra), Aldasoro (Racing Santander), Germán Valera (Zaragoza) y J. Gómez (Mirandés).

Al margen de ello, Enrique Clemente pasó por el filial donostiarra antes de firmar por la UD Las Palmas y alguna pieza más que emigró a otros destinos de Primera RFEF o fútbol internacional.

Detrás de esta gran Real Sociedad actual hay muchos aciertos en los fichajes, sin duda, pero también un trabajo de base que abre las puertas en el fútbol profesional. Ese paso es el más difícil siempre. Incluso para el propio técnico Alguacil, que en 2014-15 pasó por el Anexo como entrenador rival realista y que desde 2018, tras relevar a Asier Garitano, se ha convertido en un referente de aquel fútbol tan distinto y tan común con el de la UD Las Palmas.

Verlos de nuevo por la isla merece una reflexión sobre sus logros, batallas y apuestas. Sobrevivir en la Primera División es un reto en mayúsculas; avanzar en ella con la aportación de jugadores producidos en la propia casa, un valor de incalculable arraigo.