Manuel Borrego

A falta de pocas fechas para el cierre del primer mercado de 2023-24, la UD Las Palmas muestra una pizarra con abundantes modificaciones en su nómina profesional. Casi una pieza por posición en el teórico esquema de juego de García Pimienta. Son nueve rostros incorporados, a los que añadir a los refuerzos repetidores del pasado ejercicio Sandro Ramírez y Marvin Park. El primero, en propiedad; el segundo, en el capítulo de cesiones.

Y ya son apreciables la entrega de testigos en el once porque Julián Araujo, Mika Mármol, Munir y Sory Kaba fueron titulares en la tercera jornada, mientras Sinkgraven y Javi Muñoz salieron en la foto del once de las dos primeras jornadas. Cambian las piezas, no el diseño.

En teoría, aún podría llegar a la isla un defensa central más -según ha confirmado el propio García Pimienta, con lo que las plazas reforzadas serían en portería (Aarón Escandell), tres defensas más (Julián Araujo, Mika Mármol y Sinkgraven), dos centrocampistas (Perrone y Javi Muñoz) y el resto en ataque (Munir, Cristian Herrera y Sory Kaba).

Si el técnico así lo decidiera o las circunstancias lo propicien, García Pimienta podría formar un once en las próximas semanas totalmente distinto al que apenas hace algo más de un año alcanzó la promoción de ascenso ante el CD Tenerife en Segunda División.

 De los nuevos futbolistas, quedan por debutar Escandell, Herrera y Perrone, este último pendiente este fin de semana de un fleco burocrático.

La exigencia de la Primera División ha puesto a prueba la capacidad de negociación de la dirección deportivo. Todo lo demás se resuelve en los terrenos de juego, con una apuesta que tiene margen de mejora y que promete amplia batalla en la competición.