B. Pérez

Uno de los posibles atractivos de la visita de la UD Las Palmas al Sánchez Pizjuán es la presencia en la delantera grancanaria de dos ex sevillistas, con ganas de batir esa portería. No solo por reivindicaciones personales, sino por la necesidad ya imperiosa del equipo amarillo.

Sandro Ramírez fue cronológicamente el primero de ambos en enfundarse la camiseta del club de Nervión. Llegó en el mercado invernal de la temporada 2017-18, a préstamo por el Everton -su entonces club anfitrión-.

Sandro quizá llegó en el más inestable momento del Sevilla de aquellos años, en una temporada que acabó con cuatro técnicos en su paso. Se estrenó en el ciclo de Vincenzo Montella, con un total de 13 partidos en los que no llegó a celebrar un gol. Y así, sin pena ni gloria, se produjo su devolución al club inglés meses después.

La historia de Munir El Haddadi en el Sevilla con un total de 113 encuentros firmados en seis temporadas. Se inició a mediados de 2018-19 y terminó también a mediados de 2022-23.

La afición hispalense aplaudió a Munir y cantó sus 25 goles, tanto en la Liga española como en la Champions o Europa League (1 título).

El destino ha querido que, si las lesiones lo permiten, sean ahora el plan de amenaza de la UD Las Palmas ante un rival que tiene urgencias propias en la puntuación.