Opinión

Viera, el suplente que regresa despresurizado
09/10/2023

Manuel Borrego

 

La primera vez que Jonathan Viera asumió una suplencia como futbolista profesional fue en el año de su estreno, en 2010-11. Ocurrió cuando habían pasado siete meses desde que hizo su aparición con Jémez liderando la quinta con Vitolo, Vicente Gómez y Aythami Álvarez. Juan Manuel Rodríguez tomó la decisión de sacarlo de la foto oficial en cinco citas para que la presión que había sobre él descendiera.

 

Acostumbrado como estaba de siempre a ser protagonista, Jonathan comprendió que no todo lo tenía que solucionar con su talento. Entonces ya hablaba sobre todas las miradas que recaían sobre él. Inició aquellos partidos de Segunda, sentado frente a la Ponferradina, Salamanca, Celta o Cartagena y vio cómo el equipo también era capaz de ganar sin él.

 

Con el paso del tiempo, con el aprendizaje para serenar su ingenio rebelde, Viera llegó a admitir que aquellos días en la recámara le sirvieron para aprender. Y dejó más tarde una frase en vísperas a su despedida al Valencia con su peculiar imaginación para dar el agradecimiento: “Juan Manuel es mi papi”, dijo.

 

No fue la única vez en sus tres ciclos como jugador de la UD Las Palmas, con 265 partidos ya a sus espaldas, que Viera se vio en una situación así. También con Paco Herrera le ocurrió, aunque con otro tipo de matices porque había regresado para reforzar un proyecto que ya apuntaba a Primera División.

 

Ahora Jonathan ha vuelto en las dos últimas jornadas a ser revulsivo de banquillo por decisión técnica de García Pimienta.Ha ocurrido con todos los condicionantes conocidos sobre su pronóstico de estancia en el equipo. Pero lo cierto es que, como en aquella primera etapa que empezó en 2010, Viera ha captado todos los mensajes desde la reserva, abordando luego el juego con mejores prestaciones grupales e individuales en relación a cómo lo abandonó.

 

Así, los minutos de mayor calidad de Jonathan Viera esta temporada los ha brindado en las fraccionesque ofreció frente al Celta y en La Cerámica. Contra los gallegos, resolvió el entuerto con la jugada decisiva del 2-1 destapando el cerrojo. Y frente al Villarreal cargó sobre sus piernas ese tramo en el que Las Palmas necesitaba parar el juego y hacer correr el reloj; lo supo interpretar tan bien que, incluso, encontró caminos y en tres ocasiones pudo poner una sentencia con su sello.

 

Jonathan es tan excelente futbolista y conoce tan profundamente el juego que, incluso con un papel de reparto, puede ser el futbolista diferencial.Arrebatarle la presión fue entonces y ahora es una solución que da resultados a él y al equipo.

 

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