Manuel Borrego

La UD Las Palmas tendrá este domingo otra prueba de fuego muy importante en su feudo del Estadio de Gran Canaria. Regresa un rival cualificado, especialmente en su zona de vanguardia donde posee jugadores rápidos, con desborde y finalización destacada.

Si el equipo de García Pimienta aspira a mantener la racha de victorias emprendida en las dos últimas jornadas va a requerir imaginación y esfuerzo para desbordar y no ser desbordado. El conjunto amarillo llega con otro rostro al encuentro, tras haber notado el alivio del parón FIFA, etapa en la que solamente uno de sus internacionales tuvo labor extra (Coco).

Y es precisamente el central ecuatoguineano una de las incógnitas lógicas para el choque ante el Rayo. Su decisivo concurso en Villarreal, con gol incluido, genera incógnitas técnicas que ha de resolver García Pimienta. En aquel bloque de La Cerámica, Las Palmas respondió con solvencia a otro equipo de gran nivel. Alex Suárez, Coco, Mika Mármol y Sergi Cardona, de derecha a izquierda, fueron los componentes del cuarteto protector de Álvaro Valles.

Jonathan Viera y su concurso es otro de los interrogantes. No deja de ser llamativo el hecho de que los mejores minutos de la campaña los está ofreciendo el 21 grancanario como relevo de banquillo. Si está incómodo en la suplencia, algo lógico para un futbolista tan acostumbrado a la titularidad, no menos cierto es que al equipo le ha dado un gran resultado en este tramo de la competición.

Los demás parámetros de la alineación titular ante el Rayo podrían mantener la línea precisamente de la última jornada, con Marc Cardona en la posición de ariete como hecho más relevante.

Uno de los atractivos del encuentro es la posible incorporación al campeonato de Alberto Moleiro. El jugador canterano ya ha dejado de morderse las uñas en las gradas porque la lesión y recaída está recuperada. Está a las puertas de descubrir el juego de la Primera División y, viceversa, el campeonato de las estrellas también lo espera con vivo interés.