La previa
Los amarillos quieren romper la ausencia de victorias en Mendizorroza con un fútbol envolvente que no causa temor en García Plaza
Manuel Borrego
Cierto es que Mendizorroza y el Alavés, con su estilo norteño tradicional, no fueron rivales adecuados en las visitas de la UD Las Palmas a Vitoria. Solo se contempla una victoria en el historial de partidos y no en Primera División.
Pero ya ha quedado varias veces en la etapa actual de García Pimienta que el modelo de la UD Las Palmas 2023-24 (y anterior temporada) está precisamente rompiendo eso: los moldes.
Con esa confianza en un estilo y con la tranquilidad de una holgada clasificación a estas alturas de la campaña, los amarillos se presentan este sábado en feudo del Glorioso vitoriano con el propósito de romper sus expedientes académicos en aquel recinto.
El técnico adversario, Luis García Plaza, volvió a sentir una especial motivación al cruzarse con un equipo (y colega técnico) al que parece tener ganas de batir. Ya lo insinuó la pasada temporada en las dos ocasiones, aunque no logró su objetivo. De haber ganado en el Estadio de Gran Canaria habría anticipado cuatro encuentros su ascenso a la Primera División. Y esta vez no volvió a ser menos, recordando además que no se sintió incómodo con el juego de los amarillos.
Debe sentir un entrenador con suerte García Plaza, porque otros compañeros de profesión no lo consiguieron y advirtieron incluso que sufrieron el cloroformo del juego envolvente que practican los Pimienta boys, capaz de hacer perder los papales de la partitura a otros once. Ese puede ser uno de los retos previos del día para los amarillos: Que el Alavés desaparezca de la escena en presencia de sus propios aficionados.
Las Palmas ha logrado que su teórico equipo titular de la Liga no se desgastara al completo en el partido de Copa. De tal forma que sin duda el once que ganó al Getafe pueda ser el que inspire la foto titular sabatina. Aunque no en el caso de Sandro Ramírez, de nuevo en la lista de bajas de los amarillos.