Opinión

Viera deja sin respuesta una pregunta
16/12/2023

Manuel Borrego

 

¿Qué habría ocurrido en el resto de la Liga si Jonathan Viera hubiese aceptado el papel que le fue asignado en sus dos últimas actuaciones?. Esa es la pregunta que deja sin respuesta el jugador grancanario, con un camino ya separado en los últimos días al de la Unión Deportiva Las Palmas.

 

Nadie puede discutir que Viera ha sido el jugador más diferencial de las últimas campañas. Sin duda, el más ovacionado por la afición grancanaria desde la mudanza al nuevo recinto en 2003. Porque antes, sobre el césped del Estadio Insular, también actuaron tan magníficos futbolistas con la camiseta amarilla que no admite comparación alguna. Pero Jonathan ha sido en sus tres etapas un jugador que marcó el paso, dejando un reguero de felicidad entre quienes vieron y aplaudieron sus geniales jugadas y goles. Está en el top6 de los máximos realizadores del club y el dato es un buen GPS para tratar de ubicarlo.

 

Ese futbolista está ya en el recuerdo, mientras el equipo sigue su ruta. Aunque la pregunta original de este artículo tiene un argumento que expresábamos antes de que se produjera el “no voy a hablar más de Viera”, en la voz de García Pimienta. Decíamos el pasado 9 de octubre:

 

“Los minutos de mayor calidad de Jonathan Viera esta temporada los ha brindado en las fracciones que ofreció frente al Celta y en La Cerámica. Contra los gallegos, resolvió el entuerto con la jugada decisiva del 2-1 destapando el cerrojo. Y frente al Villarreal cargó sobre sus piernas ese tramo en el que Las Palmas necesitaba parar el juego y hacer correr el reloj; lo supo interpretar tan bien que, incluso, encontró caminos y en tres ocasiones pudo poner una sentencia con su sello”.

 

Hubo entonces un cambio en su papel: de estelar a actor de reparto. Pero Viera posiblemente no llegó a comprender que como jugador de banquillo podría haber sido el futbolista más determinante del equipo y también el de mayor incidencia de la Liga de Primera División actual. Cuando Jonathan saltó a cubrir los minutos finales ante el Celta y el Villarreal, el mundo cambió. En ese valor al que no estaba acostumbrado, sin duda, puede estar el epicentro de su decisión final. Sin embargo, los criterios de García Pimienta para arrebatarle la titularidad y concederla a un compañero estarán basados en todos esos datos técnicos que él posee, también los físicos, estadísticos, sensoriales o como quieran llamarle. El entrenador lo comprobaba a diario en cada entrenamiento; también el de sus compañeros. Y la salud clasificatoria del equipo es su principal cometido.

 

Viera siempre fue un jugador sorprendente. Lo fue para los rivales, para sus compañeros y para los técnicos que lo dirigían. El primero que lo desveló en el fútbol profesional fue Juan Manuel Rodríguez, el entrenador que también primero lo sentó en un banquillo. Dijo de él en una ocasión: “Viera nos está engañando. Porque es un portento físico y puede dar mucho más en el campo”. Esa exigencia tan singular del entonces preparador de la UD Las Palmas descubrió en el joven 21 a un futbolista de mayor trascendencia, fútbol y cualidades físicas. Había pasados unos meses desde su debut y el mundo seguía girando. En aquel momento, Jonathan sí aceptó un cambio de rol que conllevó también una evolución en aspectos distintos de su juego. Creció tanto que meses después fue traspasado al Valencia, regresó más tarde, ascendió y hasta llegó al equipo nacional. Todo ello fue posible por distintas fases de desarrollo de su personalidad como futbolista sometido a una disciplina de grupo profesional.

 

Pero esta vez parece que no aceptó esa última metamorfosis, mientras otros compañeros emergentes venían pisando tan fuerte como él hizo en 2010 cuando Paco Jémez lo situó en la fotografía de un once de la UD Las Palmas. La pregunta quedará en el aire, aunque debe saber que “no hay quien pare la saeta del reloj …”, como Sole Giménez tatareaba tiempo atrás.

 

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar