Testigo directo
Chano Lozano fue portero titular de la UD en la última victoria oficial amarilla sobre el FC Barcelona, que se remonta en el tiempo a casi 33 años
Manuel Borrego
El próximo 6 de febrero de 2024 se cumplirán 33 años de la última victoria oficial lograda por la UD Las Palmas frente al FC Barcelona. Sucedió en partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey (1-0), entonces militando el equipo amarillo en Segunda División. La UD no logró pasar la ronda, porque en la vuelta el conjunto de Johan Cruyff disipó todas las dudas con un inapelable 6-0, pero la prensa de la Ciudad Condal reconoció los méritos amarillos en el viejo Insular advirtiendo que la afición grancanaria “se lo pasó en grande”. No obstante, el desenlace del primer partido pudo ser peor para el conjunto azulgrana.
Testigo directo y protagonista de aquella hazaña fue el portero grancanario Chano Lozano, que tenía la responsabilidad de cubrir los encuentros de Copa porque la Liga estaba reservada por Roque Olsen al uruguayo Eduardo Belza.
Pasado este tiempo, Chano recuerda a los lectores de Tinta Amarilla que “aquel día hicimos un partidazo” y que por momentos “pusimos contra las cuerdas al dream team del Barça”.
Chano fue el meta titular aquella noche junto a Ramón López, Armando Tejera, Julio Durán, Tino Pollín, Verona, Alexis Trujillo, Kostadin Iantchev (que debutaba tras su traspaso desde el CSKA de Sofía), Carlos Ramírez, Daniel Vidal y Julián. En los cambios entró Francis Santana por el debutante búlgaro.
Cruyff afrontó el asalto en la isla reservando a algunos de sus jugadores estelares como Michael Laudrup o Hristo Stoichkov. Pero formó con un gran conjunto: Zubizarreta, Ferrer, Nando, López Rekarte, Sergi, Soler, Begiristain, Eusebio Sacristán, Goikoetxea, Julio Salinas y Pinilla. En los cambios entraron Guardiola y Roura.
“Solo subió al marcador el gol de Alexis Trujillo”, precisa Chano. “Pero aquel día el equipo salió con determinación y tuvimos algunas jugadas más para ampliar el marcador. Roque Olsen nos había pedido lo de siempre, con sus palabras tan sencillas. Quería que creyéramos en la victoria y que compitiéramos todos los balones”.
Penalti al larguero
Todavía pudo empeorar la situación para el Barcelona porque “el colegiado pitó penalti en una salida de Zubizarreta, que acabó con una brecha en la cabeza, ante Julián. El lanzamiento fue también de Alexis y el balón lo rebotó el larguero. No era casualidad. Estuvimos serios en el campo, con las cosas muy claras. El equipo, pese a estar en Segunda División, siempre salía con personalidad ante los grandes rivales del país. Vimos que el Barcelona lo pasó mal aquí, pero el resultado fue corto. En el Nou Camp ocurrió lo contrario”.
Porque en la vuelta, ya con todo el dispositivo de ataque (dos goles de Stoichkov, otro de Laudrup, Salinas, Eusebio y Amor) el Barcelona cerró el pase. “Antes del 1-0 allí, de penalti que protestamos, el equipo había tenido dos o tres ocasiones. Pero luego, el Barcelona demostró su potencial y tuvimos que agachar la cabeza. Al fin y al cabo estábamos jugando contra el mejor equipo europeo de aquel momento, que iba a marcar una época”.
Sobre su labor personal, Lozano recuerda que en el primer partido “estuve muy bien. Ellos tuvieron algunas ocasiones que controlé. En el segundo, fueron remates muy cercanos todos los goles”.
“Me encanta la actual UD”
Chano mira con perspectiva el momento actual. Se le hace inimaginable que en algún momento la UD Las Palmas no pueda romper esta sequía de partidos sin ganar al FC Barcelona. “Este año puede ocurrir. Tengo esta sensación antes del encuentro de enero. El equipo me encanta, porque se protege con el balón y eso es hoy el fútbol moderno. Es verdad que le falta gol, porque muchos se marcan sorprendiendo desde fuera del área, pero el estilo está compensado y reflejado en la clasificación”.
Sobre su colega de profesión, Álvaro Valles, obtiene Chano Lozano una referencia magnífica. “Es un portero increíble, cada temporada ha ido a mejor. En esta liga tiene mucho protagonismo y ocurre como producto al trabajo.Disfruto mucho al verlo competir, incluso cuando sale a distribuir el balón. Tiene un estilo de portería que a Las Palmas le está dando un gran rendimiento y que encajaría, precisamente, en el propio modelo del Barcelona”.
El Barcelona fue campeón de Liga aquella temporada e iniciaba con Cruyff un ciclo de ensueño, aunque por el camino vivió la pesadilla del Insular.