Manuel Borrego

El cuerpo técnico de la UD Las Palmas está incompleto. A los preparadores de porteros, especialista en lo físico, scout, analistas, coach o psicólogo habría que añadir un ‘maestros en artes escénicas’. Porque, visto lo ocurrido la semana anterior, todos los detalles son importantes y pueden decidir partidos, trayectorias y temporadas. Y en esa asignatura los amarillos han suspendido.

Puede parecer un comentario con signo jocoso, pero quizá no es descabellado. Porque hay que ver qué maravilla de salto el del turco-germano, Gundogan, volando al sentir en la espalda la mano de Sinkgraven. Y la jugadita acaba con saldo de penalti, roja y victoria. Y, ¿qué decir lo de Nacho Martínez en el Heliodoro?. Ya que por allí estaba picando cual pardillo el mexicano Julián Araujo, habría que ubicarlo en una de las mejores maniobras de pressing catch, ese espectáculo que tanto gusta a la afición azteca. ¡Pedazo de 'agresión' lo que se vio en directo y en todo el planeta!. Nada, cuatro partidos al jugador de la UD Las Palmas; caso cero al recurso del club.

No merece la pena valorar en profundidad cómo se castiga a un jugador de determinado equipo y a otro de un calado tan modesto como es la UD Las Palmas. Hay tantos ejemplos que se podrían recordar ... Nos parece inimaginable también la comisión de un penalti en el minuto 92 a favor de la UD Las Palmas en el Nou Camp, cuando toque volver, por un ‘empujón’ similar a Munir, por ejemplo. No lo imaginamos porque algo de eso ya se vio una semana atrás en San Mamés con el Athletic, siendo protagonista Marvin Park de un descarrilamiento en el área por un defensor bilbaíno que estaba más atento en la delgada figura del atacante que del balón. A ver si vamos a creer que pitar allí un posible penalti para el 1-2 es cosa fácil.

Pero en las ‘artes escénicas’ tienen un suspenso los amarillos, tanto Park como ahora Julián Araujo. El mexicano no tiene perdón, eso dice el reglamento aplicado en su más exquisita lectura textual. Ni recurso con vídeo, ni nada ha valido para que Las Palmas acabe perdiendo durante cuatro encuentros a un jugador tan valioso. Hecho que, por cierto, tampoco es un naufragio aunque sí un serio aviso. Porque todo cuenta y todavía precisamente las cuentas no están cerradas.

Y ya que la RFEF está tan dispuesta a ventilar con claridad los ‘asuntos internos’ de sus colegiados, con la exhibición a partir de ahora del diálogo entre la sala VAR y el colegiado (aunque sea de aquella manera), no estaría mal que también ofreciera públicamente el intercambio de impresiones de los dos comités que enjuician una misma causa en la que según quién es blanco o rojo en la segunda instancia.

¡No tienes perdón, Araujo!.Eso es lo que le han dicho en el fallo de este viernes. Y acierta el entrenador García Pimienta al dar la razón a De Burgos Bengoechea por la tarjeta roja que le mostraron en el Heliodoro: innecesaria y no justificable en el fútbol profesional.

Nos queda una última inquietud: ¿Tendría el mismo castigo por una acción similar el jugador cedido por el Barcelona el día que cambie de escudo y vuelva a casa?. Como dice un buen amigo muy futbolero y con el corazón lleno de UD Las Palmas: “Interpreta mi silencio”.