Aquel día en Frontera (Hierro) él ya no sabía dónde estaba la mascarilla. O si debía o no abrazarse a los eufóricos jugadores y técnicos de la UD Tamaraceite. En plena etapa de Covid, Yeyo Delgado vivió su día de gloria. El club de toda su vida había alcanzado la Segunda División B en la fase cuadrangular con la que se resolvió la campaña. Yeyo disfrutó como nunca, dejando a un lado sus funciones de delegado para sacar el aficionado que viajaba por dentro. Tal día como hoy, ahora que ya no está con los suyos, esta imagen será un recuerdo recompensa de su esfuerzo y sacrificio personal.