Fotos: C. Torres
Será difícil volver a ver el Estadio de Gran Canaria como estuvo este sábado frente al Real Madrid. ¿O no?. El recinto registró un lleno histórico, en teoría con 323 butacas vacías. Esa cifra es nada en una tarde que solo rompió la magia de la reacción final madridista. Ni el sorpresivo cambio horario que decretó la Liga desanimó a unos aficionados que, si nada se tuerce, en 2024-25 lo volverán a intentar con sus jugadores.