La previa
La UD Las Palmas podría sellar su permanencia en casa de uno de los equipos pujantes de la Primera División
Manuel Borrego
La UD Las Palmas lleva nueve semanas intentando levantar un ancha y caminar el trecho que le sitúe de una vez en aguas ya seguras. Pero ahora, tal como dijo su entrenador, casi lo más importante es cambiar una dinámica porque la permanencia es proceso de fruta madura.
No dejan de ocultar Pimienta y sus jugadores que es plato de mal gusto no obtener en la clasificación la recompensa al esfuerzo. Aunque tampoco deja de ser cierto que el castigo futbolístico de estos meses es producto de una balanza descompensada, donde lo mal realizado supera con creces a lo bueno.
El partido de Anoeta tiene un incentivo que debería valorarse en mayor medida a lo comentado: Puede ser el día en que las matemáticas cierren el círculo: Si Las Palmas gana y llega a la barrera de los 40 puntos y no lo hace el Cádiz (en su visita al Real Madrid), tres equipos de la categoría ya no podrán alcanzar a los amarillos grancanarios. Y ese es el premio real de todo lo que se ha labrado esta temporada.
Un empate de la UD y una derrota del Cádiz, por el contrario, dejaría la salvación virtualmente lograda también. Al fin y al cabo lo mismo es que es lo mismo.
Si se sigue la estela de las últimas valoraciones del entrenador, la impresión es que contra el Girona encontró las soluciones demandadas en las últimas semanas, aunque el marcador no fuera el apetecido. Y esa formación podría ser la inspire la visita a una poderosa Real Sociedad, que tiene sus propias urgencias.
Se puede considerar la de este sábado como la primera de las cinco balas últimas de la munición. Incluso sabiendo que utilizándolas mal otra vez, el arribo a la tierra prometida parece inminente.