La previa
Manuel Borrego
Desactivadas todas las alarmas con una semana de antelación, el último partido de la temporada 2023-24 ha pasado ser el día más plácido del año deportivo. Sin problemas con los salvavidas de última hora, la UD Las Palmas afronta la cita frente al Deportivo Alavés con ganas de celebración colectiva de un objetivo labrado con sacrificio, ingenuo y también audacia.
Y también es una jornada que se bañará de melancolía de saber que también es una tarde de despedidas. Empieza por la confirmada del entrenador García Pimienta y de su cuerpo técnico, al margen de aquellas de futbolistas que terminan contrato y los que no entran en el nuevo proyecto. Todo andará.
Pero quizá ni grancanarios o vitorianos, dos de los exitosos conjuntos del pasado ejercicio en Segunda, imaginaron una repetición de un día D con tanta soltura de miras.
El fútbol pasa a estar en segundo plano, aunque el preparador del Alavés (García Plaza) codicia con sus jugadores la décima plaza y ponen en aviso de que será un partido entretenido.
Las Palmas también tiene un objetivo deportivo en el encuentro: Desprenderse de las aciagas jornadas anteriores que han impedido la celebración de un triunfo que sacuda las pulgas de esa incómoda secuencia de trece fechas sin ganar. Porque no estaría mal terminar un año tan estimulante con un sabor de boca distinto, más acorde a los méritos acumulados y que pueden haberse desdibujado.