Hubo una temporada especial en la UD Las Palmas: Tenía para defender su portería dos gatos. El de Arucas era bien conocido: Manolo López. Y el felino de Valterra era el otro, José Miguel Robayna. Tenían ese don especial de los porteros, con la dificultad extra de convencer a la siempre exigente afición del Estadio Insular. En la imagen, el lanzaroteño José Miguel en la actualidad. Aún conserva estampa.