Saúl Coco (9 de febrero de 1999) tiene una propia historia que contar en su paso la UD Las Palmas, desde su llegada a través del Vitamina C hasta su llegada al Torino FC, para jugar en la Serie A italiana como refuerzo del histórico conjunto grana.

El zaguero lanzaroteño fue captado por el departamento que dirige Tonono Rodríguez en la temporada 2019-20, año deportivo que acabó condicionado por la pandemia. Actuó durante 13 encuentros del campeonato de Tercera RFEF de aquella temporada hasta que sufrió una grave lesión en el estadio del Barranco de Las Lajas, frente al Atlético Tacoronte. El zaguero impactó contra un muro en el fondo del campo, fracturándose las dos muñecas en el intento de protegerse de un duro impacto.

El golpe fue aparatoso y Coco debió terminar el 9 de febrero de 2020 una campaña que iba a tener la paralización inesperada por la pandemia del Covid. La grave lesión tuvo, además, la curiosidad de producirse el día de su vigesimoprimer cumpleaños.   Así que el futbolista debió cubrir la etapa de curas y rehabilitación mientras el fútbol se había paralizado. “Aprendí a levantarme por más golpes que recibiera”, llegó a afirmar a Tintaamarilla.es el jugador una vez regresó a los terrenos de juego casi un año después.

Coco jugó en Las Palmas Atlético durante la siguiente temporada y apareció también en Segunda División, aún en etapa de García Pimienta. Su estreno oficial fue en la Copa, pero luego tuvo la oportunidad en la Liga ante el Rayo Vallecano. Y no pudo ser este último un debut más confuso para él. Jugó como lateral derecho para relevar a Ale Díez en un experimento que no salió bien y que no dejó ver el extraordinario defensa central que se estaba ‘cociendo’ entre los profesionales amarillos.

Sin embargo, fue el año 2022 cuando todo cambió en su vida deportiva. La selección de Guinea Ecuatorial volvió a tenerlo en cuenta y Coco no dudó en acudir, olvidando también un precedente de malaria de 2019-20 que no le había dejado buen sabor de boca en sus inicios internacionales. La llamada del seleccionador Juan Michá fue el impulso definitivo para su carrera. Acudió a Camerún para disputar la fase final de la Copa de África. Allí Coco demostró que ya estaba en condiciones futbolísticas para ponerse frente a los grandes delanteros del continente. 

La labor del defensa amarillo en la Copa de África fue notable, con una selección que llegó lejos, apeada por Senegal en los cuartos de final. El equipo Nzalang regresó a Malabo en tono heroico, al haber firmado la mejor clasificación histórica en el torneo. Coco fue uno de los grandes protagonistas midiendo fuerzas ante jugadores como Sebastien Haller (Costa de Marfil), Marhez (Argelia), Ibrahima Koné y Adama Traoré (Malí) o Sadio Mané (Senegal). 

A su regreso a la isla también se estaban produciendo cambios, porque desde febrero de 2022 tomaba el mando un técnico que iba a subrayar también sus cualidades. García Pimienta lo ubicó como defensa titular y fue Coco partícipe estelar en las tres campañas de la promoción, el ascenso y finalmente la permanencia en la máxima categoría.

Su rol en el club había cambiado por completo y en la selección también, pasando desde entonces a ser una de las piezas de la columna vertebral. Con Pimienta se produjo el asentamiento profesional del lanzaroteño, titular indiscutible en la campaña reciente de Primera División, acoplado a Mika Mármol.

Coco abandona la UD Las Palmas con un total de 84 partidos oficiales en el equipo profesional y dos goles, mostrando sus fuertes en el juego combinado, fútbol aéreo y el golpeo en los lanzamientos de libres directo. Todo ello no lo pasó por alto el Torino para su potente inversión en un jugador sin aparentes fronteras deportivas.

Desde que firme su contrato con el Toro empezará a escribirse el siguiente episodio de una apasionante carrera profesional.