“Partido cómodo”, “rival asequible”, “momento para saldar dudas”, … pero “¡ojo, que Las Palmas ya ganó en Montjuic”. Este es el tipo de mensaje que han decorado en Madrid los días previos a la visita de la UD al Bernabéu, olvidándose en muchos casos que los amarillos ya le dieron un disgusto al cuadro de Carlo Ancelotti en Gran Canaria. Y era la etapa aún de Luis Carrión, con una UD que supo desarmar a los artilleros merengues y poner por momentos en modo inquieto a su poderoso rival.

Aunque entonces no estaba Mbappé en el estado de forma actual, aunque sí Vinicius -ausente este domingo- cargando muchas responsabilidades del rival madridista. Todos los pronunciamientos para el encuentro, los mediáticos y los estadísticos, no ofrecen aprecio a las posibilidades de los amarillos, que también acuden a la cita con sus propias bajas. Pero cuando el balón empiece a rodar, el coloso tendrá que comprobar si la ilusión del modesto club es tan osada como han avanzado sus protagonistas.

Y hay otra afirmación que merodea las puertas del Estadio Bernabéu y que ha querido subrayar el propio Diego Martínez: El nivel competitivo de su equipo ante los grandes rivales de la competición. Solo los dos atléticos (Madrid y Bilbao) fueron capaces en la primera vuelta de desconectar casi por completo a Las Palmas, que sin embargo lució a excelente altura ante otros conjuntos de la zona alta.

Y no menos cierto es que para que los amarillos puedan tener éxito de alguna cosecha en el feudo de la capital deberán hacer un partido de relojero en todas las parcelas del campo, siendo muy precisos en la contención de espacios que se generen en dirección a Cillessen como letales a la hora de llegar al área del equipo local. Esa combinación fue la que le hizo romper 53 años de sequía ganadora como visitante del FC Barcelona.

Martínez tiene que resolver sus propias incógnitas en la alineación, que pasa principalmente por la ausencia del portugués Dario Essugo. Esa quinta tarjeta amarilla desubica una pieza clave en la maquinaria futbolística grancanaria, precisamente ante un rival con mucho músculo y piernas en el centro del campo. En teoría podría ser la oportunidad para Enzo Loiodice, que esta temporada no ha logrado recuperar el protagonismo que en otras ocasiones ha tenido en posiciones del centro del campo. Aunque la variedad de piezas y estilos están a disposición del técnico gallego.

La visita al estadio de ‘Nunca Jamás’ está servida. Con la ilusión de firmar una gesta que se ha escapado muchas veces, con solo cinco empates en distintas épocas. Pero, ¿quién dijo imposible?.