García Pimienta mostró su habilidad ante los medios cuando intentaron que brotara la pasada temporada cualquier polémica previa al encuentro entre la UD Las Palmas y el Getafe. Se aferró el entrenador catalán a los logros de su colega alicantino diciendo que “Bordalás es uno de los mejores técnicos de la Liga”. No entró en la espiral de polémicas que otros preparados sí han cursado con un profesional que, con su modelo, acredita muchas temporadas en la élite española.

Entonces como ahora los conceptos futbolísticos entre amarillos y azulones son antagónicos, lejanos los gustos de sus respectivos aficionados los unos de los otros.

Cuando un equipo de Bordalás se cruza con la UD Las Palmas se recomienda una dosis XL de paciencia, porque los partidos se encasquillan, falta continuidad en la secuencia de las operaciones y las interrupciones pueden ser constantes.

De hecho, el primer dato que emana antes del encuentro del domingo es que el actual Getafe es el conjunto de Primera que más faltas comete (308, con una media de 17 por encuentro) y también el segundo que más infracciones recibe (251, con un promedio de 14 faltas). Quiere ello decir que cada 3 minutos de juego habrá una interrupción, al margen de las otras circunstancias que las propicien como córners, bandas, fueras de juego …

Esa paciencia que tantas veces comentó Pimienta la repetirá su actual relevo Diego Martínez. Hay más datos que dibujan el rival al que se medirán los amarillos: El Getafe presenta una baja posesión del 44%, es el equipo con más pérdidas (2.785), el que menos pases entre sus componentes da (5.418), el segundo conjuntos con más centros lejanos (386), el que más balones disputa al rival (2.248), … aunque también el que más pases son erróneos (1.891, 342 en campo propio).

Si paciencia es una virtud en la alta competición, la que necesitarán los jugadores de Diego Martínez en el partido final de la primera vuelta -con permiso del criterio arbitral que se aplique- será exquisita.