Fotos: C. Torres

A Valentín Pezzolesi (Adeje, 16 de abril de 2007) su abuelo paterno le pronosticó que tenía un camino en el deporte profesional, el que ahora está siguiendo al pie de la letra. Al fin y al cabo hablaba un antiguo jugador canterano de Boca Juniors que veía en su nieto ese algo especial que tienen algunos elegidos. Y de paso impregnaba en la familia el gen xeneize tan futbolero del Buenos Aires profundo.

El joven futbolista de filiales abrió bien los ojos y apuntó las palabras de la persona que se mantiene como vigía de su ruta, ahora desde el Cielo: “Me decía que fuera humilde, perseverante y que tuviera fe”. Esos tres pilares que heredó los lleva escritos en la propia piel.

Valentín es una de las sensaciones de la temporada en toda UD Las Palmas, aún sin abandonar su etapa como jugador juvenil. Debut copero en el primer equipo, presencia en banquillos de la máxima categoría nacional y participación titular en el equipo líder de Tercera RFEF están ya en su expediente. Y quién sabe cuáles son sus siguientes metas volantes …

El futbolista amarillo es el cuarto de la saga Pezzolesi, iniciada con Agustín, luego Matías, Giuliana, el propio Valentín y Massimo, benjamín con gusto al baloncesto en una casa tan futbolera. Sus padres Fernando y Natalia eran vecinos de Barracas Central antes de venir a Canarias. Y en Tenerife fue donde todo comenzó con un baño albiceleste, blanquiazul (porque Matías ahora es jugador del CD Tenerife) y también amarillo.

Valentín se formó en el Marino, pasó por el Adeje, cursó desde alevín en primer año en el CD Tenerife y, cuando aceptó la propuesta de la UD Las Palmas en cadetes, se cruzó con su hermano que iba destino a la cadena filial tinerfeña. “Roberto Arocha me convenció y aquí estoy. Tengo muchas ilusiones de llegar a ser profesional con la UD Las Palmas. Lo que estoy viviendo es un sueño del que tengo que convencerme en cada momento”.

“Me gustaba defender y también atacar”

Hay algo especial en el lateral diestro del proyecto amarillo. Le ha tocado vivir por delante de su propio reloj, ganando etapas con respecto a su verdadera edad. Esas vivencias se reflejan en su forma de expresarse y en la manera de interpretar todo lo que le está ocurriendo. Valentín, sencillamente, parece mayor de lo que dice su DNI.

Se acuerda de todo, incluso su primera entrenadora en Adeje, “Paula, que fue la primera en comentarme que me quería el CD Tenerife para sus filiales. En esos momentos no pensaba en nada, solo disfrutar jugando al fútbol. Me gustaba defender, pero también atacar por la banda. No era consciente de que me observaban. Eso sí; era habilidoso y pegaba al balón desde cualquier distancia”.

Su hermano Matías fue amarillo antes que él, pero los cambios del destino no han modificado la relación fraternal. “Al contrario. Se sintió muy contento cuando yo acepté venir. Claro que quiero jugar contra él algún derbi. Y ganarlo”, explica con serenidad.

Siendo tan joven tiene muchos retos en su vida Valentín. Incluso los emocionales: “Nunca he ido a la Bombonera. Solo sé lo que me han contado mi padre y mi abuelo, que eran habituales en cada jornada. Es uno de mis sueños algún día presenciar un River-Boca. O jugar allí también, ¿por qué no?”, admite sin vértigo.

“Me animan, me aconsejan y me protegen”

“Sí, soy un adelantado al tiempo. Pero es una fortuna para mí, porque siempre me ha tocado aprender de los compañeros mayores. Me animan, me aconsejan y me protegen. También fuera del campo. Alguna vez me tocará a mí aconsejar a otros que vengan”, admite. “En la Casa Amarilla, donde resido, es el lugar en el que puedo hablar sobre mis experiencias a los nuevos que llegan al club. Hay un gran ambiente allí, porque entre todos somos familia. Ese ambiente de camaradería se nota especialmente en los días malos. Unos compañeros apoyan a otros”.

El salto más llamativo en la etapa de Valentín es reciente, cuando ya el conjunto profesional de la UD reclamó sus servicios desde el verano. “Al principio sí me costó adaptarme al ritmo. Pero al cabo de unos días me solté. Y noté también que mejoraba entre los mejores. Insisto en que la diferencia era el ritmo y la superficie. Ellos me ven como uno más del grupo, como si tuviera más edad. Por eso para mí todo ha sido muy sencillo”.

Otra de las rarezas de Valentín es su poca dedicación a la play station o similares. “En mi tiempo libre estudio. Tengo que hacerlo para poder aprovechar al máximo el tiempo porque los entrenamientos son matinales. Mi madre es la que tira todo el rato, insistiendo en esta actividad”.

El destino quiso que el día del debut de Valentín, frente al Ontiñena, su hermano Matías también estaba en competición de Copa con el Tenerife. “Mi familia estaba desbordada ese día. Vieron los partidos a la vez por la televisión y por la Tablet. Estaban muy contentos. Ya les he dicho que estoy disfrutando de este momento tan bonito. Todo está sucediendo rápido, pero no pierdo de vista las palabras de mi abuelo”. Para ello solo tiene que mirar el tatuaje de su brazo izquierdo.

“He estado ya algunas veces convocado en el Estadio de Gran Canaria. Sueño todos los días con mi debut en la Liga. Quiero que ese día sea increíble. Sé que lo puedo conseguir … Cuando veo a los jugadores tan cerca creo que en algún momento podré estar a ese nivel de Primera División. Seguiré en ello”, concluye.

Carvajal, el referente “Para mí, Carvajal. Lo elijo por ser un jugador de mi posición. Es mi referente. Valoro que es muy listo para saber cuándo debe atacar y cuándo no. Es buen defensor y también atacante. Eso no es fácil. Yo tengo que mejorar en mi faceta defensiva”   Ganar a mi hermano en un derbi “Cualquiera de los grandes como el Real Madrid o Barcelona. Pero también me gustaría ganar el derbi contra el Tenerife. Siempre son buenos los retos. ¿Ganar a mi hermano siendo él blanquiazul?. Buah!!!. Eso me encantaría. Hay buen rollo entre nosotros. Nos decimos mutuamente que en el campo no seremos hermanos. Si hay que dar alguna patada, se da. Alguna vez me ha dado y yo a él”     Elegiría a Argentina “Sí, también he soñado con ello. Creo que lo podría conseguir, pero sin prisas. Iré con la primera selección que me llamara. Si fuera para la absoluta elegiría a Argentina, aunque no sé. Ya se verá en el tiempo”   Mi futbolista albiceleste “Es Messi. ¿Quién si no?. También Otamendi o Nahuel Molina. Me gustan los peloteros, pero también los jugadores contundentes. Porque son competitivos. Quiero serlo también. Me encanta atacar, pero me gusta defender y ser duro ahí”     La mejor jugada vista “La de Messi en el Mundial contra México, Parecía que ya estábamos eliminados del torneo tras perder el primer partido. Pero Messi cogió el balón fuera del área, se escapó y le pegó raso … Fue un gran gol que dio chance para luego ganar el Mundial”   El día de tierra trágame “Ocurrió en cadete contra el Sobradillo, en Tenerife. Tocaba el derbi la siguiente semana. Fallé un penalti y tras ese momento se me fue la cabeza. Luego cometí una falta, el árbitro me sacó la tarjeta amarilla y lancé el balón lejos. Me echaron y pensé: Esto no puede ser. Salí llorando del campo”   Me gustaría marcar a Vinicius “Al futbolista que me gustaría marcar es a Vinicius. Es un jugador top entre los tops. Mi duelo con él sería solo futbolístico, para probarme ante un gran jugador. Para demostrar mi valía”     El deportista admirado “Mi abuelo (Alejandro). Fue jugador en las categorías inferiores de Boca Junior, la cantera del club. Lo admiro porque me ha ayudado a estar aquí. Me ha aconsejado muchas veces, con buenas y sabias palabras. Se llamaba Alejandro, como mi segundo nombre. Está ahora en el Cielo. Él estaba en Argentina y yo en Tenerife, pero conectábamos por videollamadas para hablar de nuestras cosas. Siempre me decía que debo mejorar la pierna izquierda, porque la uso poco. Pronosticó que iba a llegar a ser futbolista, me veía diferente a los demás jugadores”   “Humildad, perseverancia y fe son las tres palabras con las que me identifico. Mi abuelo siempre me las pronunciaba, que las tuviera muy presentes”   El primer equipo aplaudido “El Barcelona cuando estaba Messi. Pero también porque me ha gustado mucho esa manera de jugar que tiene. Él es mi ídolo”   El día de gloria “Uno de los momentos más bonitos que he vivido en el deporte se produjo contra el Fundación del CD Tenerife, cuando jugaba en el Cadete de Las Palmas. El partido iba 1-1, con el riesgo de no ganar la Liga si no ganábamos ese encuentro. Pero en el descuento del encuentro, mi compañero Sergio Barrera metió un centro y yo rematé de cabeza para marcar el 2-1 de la victoria. Esa alegría la tengo como uno de mis mejores momentos de mi carrera … hasta ahora”     La otra profesión “Me gustaría ser profesor de educación física. Me gusta instruir, me gusta enseñar a los niños … También podría desarrollarlo al margen del fútbol. Es deporte, lo que más me gusta”