Edu Hernández

"El segundo puesto es como si ganáramos el campeonato"

El extremo de la UD San Fernando afirma que "desde la pretemporada sabía que esto iba a pasar, porque tenemos un equipazo"

M.B.

Eduardo Hernández Santana (Las Palmas de Gran Canaria, 5 de febrero de 1992) ha encontrado acomodo esta temporada en un equipo pujante, del que tiene un alto concepto. El ala izquierda de la UD San Fernando está convencido que el arribo la semana pasada al segundo puesto de la clasificación no es un hecho transitorio ni es fruto del azar. "Tenía muy buenas sensaciones con el equipo desde la pretemporada, sabía que esto iba a pasar. Ví desde entonces que teníamos un gran plantilla, con una calidad que está para pocos. Somos ahora segundos, Las Palmas Atlético tiene mucha distancia -en el grupo canario de Tercera- ... y queremos acabar al menos así. Para nosotros el segundo puesto es como si ganáramos el campeonato", señala el futbolista.

Edu ya tiene un amplio recorrido en esta categoría aunque esta vez en un club ajeno a una cadena filial que tiene aspiraciones reales de ascenso. A los 12 años de edad pasó de la cadena de la UD Las Palmas hasta el RCD Espanyol. "Llegué muy joven. Tenía muchas ilusiones entonces. Fui incluso miembro de la selección catalana en infantil y cadete, coincidiendo con jugadores con Alvaro Vázquez o Rafinha".

Regresó a la isla con 17 años, de nuevo a la UD actuando en Tercera más tarde con Las Palmas Atlético, Unión Viera y Sporting de San José. "Ahora creo que mi carrera debió ser al revés: salir de la isla con 17 en vez de regresar", afirma. "La pasada temporada fue un mal trago en lo colectivo. Llegué al Sporting que acababa de jugar promoción de ascenso. Pero las cosas no salieron como todos esperábamos. Aunque a mí no me fue tan mal".

No pensé en abandonar

Porque encontró destino en el San Fernando. "Tenemos un equipazo. Y un estilo que nos puede hacer llegar lejos en la clasificación". Edu Hernández vivió los días convulsos previos a la salida de Julio Suárez y la llegada de Tino Déniz. "Nunca se me pasó por la cabeza abandonar. Tenía claro que iba a quedarme en el equipo. Durante varias semanas afrontamos la Liga con 18 jugadores, pero luego ya todo se normalizó. Por fortuna", añade, "lo he jugado prácticamente todo, en casi todos los partidos porque salvo por motivos laborales, he tenido pocas ausencias. Veo al equipo cada semana mejor. No sé si nos dará tiempo de alcanzar a Las Palmas Atlético; creo que no. Pero esto es fútbol".

Precisamente el partido contra el filial, en el Anexo, le dejó un gusto amargo. "Porque la gente se llevó una imagen irreal del San Fernando. Perdimos 3-0 pero la diferencia no es así entre los dos equipos. Ya pensamos en el choque de vuelta, en Maspalomas, que será totalmente diferente".

La clave de la marcha del equipo de San Bartolomé de Tirajana está en el "grupo. Hay un gran ambiente y se entrena muy fuerte cada día. Los puestos están difíciles en el once titular. Por eso creo que hemos llegado al segundo puesto y a ver quién nos quita de aquí. El equipo está crecido, porque tiene mucha ilusión en disputar el play off".

Aday, una bendición en ataque

Incluso algunos cambios sustanciales en la plantilla no se han notado. "Se fue Jonathan Quinteros -al Lanzarote-, que era nuestro hombre arriba. Sin embargo ha venido del Arguineguín el delantero Aday. Ha sido una gran sorpresa, nos está dando mucha vida con su juego. Es distinto a Quinteros, porque Aday resiste bien a los defensas de espaldas, distribuye el balón, da asistencias y, lo mejor, tiene mucho gol. Es fundamental contar con un futbolista así para resolver lo que hace el equipo. Su venida ha sido un gran acierto".

Su quiniela en el grupo canario es selectiva en la parte superior porque "creo que el orden empezará con Las Palmas Atlético y San Fernando; luego veo muy bien al Yaiza, aunque pensaba que no. El Villa tiene muy buen equipo y experiencia. No descarto a Lanzarote, Tenerife y Tenisca. Esos puestos van a estar reñidos".

Así piensa Edu Hernández, el Jordi Alba del grupo canario de Tercera, como gustaba definirle su mentor técnico Santi Calvo.