Opinión

La UD y los extremos fronterizos de la verdad

Manuel Borrego

 

Tanto si García Pimienta hace oficial que acepta la propuesta de seguir en la UD Las Palmas como si el futuro técnico del equipo está en otras manos, hay algo innegable que no debe pasar por alto la dirección deportiva: Esta reciente cadena de resultados y los acontecimientos han llevado al proyecto a ir de un extremo a otro de las fronteras de la verdad. Y deben de tenerse en cuenta.

 

Era cierto que el equipo sorprendió en la primera vuelta con su buen manejo de la situación en muchos partidos, con una plantilla en su mayoría inexperta que fue capaz de atravesar el ecuador de Primera División con 25 puntos en sus alforjas y una montaña de ilusiones.  Esa verdad no es debatible.

 

Pero también debe ser motivo de análisis que en los 14 encuentros siguientes la orientación del equipo se ha ido al otro lado del planeta fútbol, ese que va quitando el sueño porque los números de las diez últimas semanas colocan a la UD Las Palmas en el farolillo rojo de la clasificación, incluso peor que el ya descendido Almería de Jonathan Viera.

 

Lo valioso de este momento es que Luis Helguera y su grupo de trabajo tienen todo el material posible para analizarlo desde el lado de la frontera donde se respira permanencia. Salvo una auténtica hecatombe, de ahí no se va a mover y desde ahí podrá rehacer el grupo de futbolistas que abordarán la próxima campaña con un objetivo inicial al nivel del actual.

 

Por el camino, el propio García Pimienta ha ido dejando migas de pan sobre sus impresiones técnicas acerca de las mejoras de la plantilla. Y ha subrayado lo que está relacionado con la creación de ocasiones y, especialmente, la definición. Y no ha dicho oficialmente que él y su grupo de colaboradores no será el que lo coordine a partir de agosto de 2024.

 

Desde la tranquilidad de los 37 puntos actuales, el haber comprobado cómo es el panorama en los dos extremos fronterizos de la verdad permite obtener valiosas conclusiones para el mañana. Porque tal día como hoy y a falta de cinco partidos para el final de la primera travesía el aficionado de la UD Las Palmas puede mirar de frente la clasificación; y no de reojo. Ese es un buen comienzo de un final.