Los colegiados internacionales grancanarios afirman que acuden al torneo de balonmano de los JJOO dispuestos a disfrutar y a hacer historia
Los 'ochomiles' del otro equipo español que acude a todas las competiciones internacionales de balonmano son obstáculos de difícil acceso; sólo al alcance de unos deportistas excepcionales como ellos. Los ahora colegiados olímpicos afrontan el gran reto de 2012 con un espíritu de progresión, como han realizado en el resto de sus conquistas donde cada una es hollada con los mayores honores. Ángel Sabroso y Oscar Raluy saborean la confirmación de la localización en el verano de su próximo techo: Londres 2012 es la cita para la que han sido elegidos en representación de España, después de una temporada gloriosa en la que cada cota era alcanzada con una huella imperecedera.
"Desde que era niño", reconoce Ángel Sabroso, "los Juegos Olímpicos han sido mi gran ilusión personal y, desde hace tiempo la comparto conjuntamente con mi compañero Raluy. Le elección para estar entre las catorce mejores parejas de la competición supone para nosotros una nueva recompensa a todo el esfuerzo realizado y también, cómo no, una responsabilidad. La asumiremos con orgullo pero disfrutando de este gran momento".
Oscar Raluy rescata la idea que les ha hecho fuertes como pareja de jueces deportivos: "Nos preparamos a fondo, iremos a disfrutar del movimiento olímpico, que representa a la mayor de las competiciones del Ser Humano, y también nos mentalizaremos de la misma manera como lo hicimos en el Mundial. No tenemos un objetivo sino el cada día. Y en función de cómo transcurra la competición veremos hasta dónde podemos llegar. Como bien se sabe, no depende todo de nosotros; también de lo que realice la selección española pues si alcanza la final ..." cercenaría las posibilidades de los colegiados. Pero ese es otro cantar.
No pasó así por ejemplo en el pasado Campeonato del Mundo, disputado en Suecia, donde Sabroso y Raluy enjuiciaron la gran final del torneo, en la que era su primera actuación dentro de la órbita IHF. "Estamos muy satisfechos con nuestra actuación en el reciente Europeo de Serbia", indica Raluy. "Así nos lo hicieron saber nuestros superiores de la Federación Internacional de Balonmano. Esperábamos pues esta nominación para los Juegos aunque el corte ha sido importante y había que superarlo". Añade Sabroso que "el torneo de Serbia fue nuestra prueba. Los observadores analizaron todo y por ello esta nominación la asumimos como una recompensa al buen trabajo realizado".
REGRESO A SUECIA
El siguiente objetivo de la pareja de colegiados grancanarios es el preolímpico de Suecia, donde actuarán Hungría, Macedonia, Brasil y el país anfifrión. También tendrán responsabilidades en la fase final de la Copa del Rey española, que se disputa entre el 7 al 11 de marzo, mientras siguen con las competiciones nacionales. "Llegar a unos Juegos Olímpicos tiene un gran significado para nosotros. Estar en la ceremonia de inauguración, conocer en la villa olímpica a tantos deportistas de nivel en todas las modalidades, sentir el deporte por todas partes es una experiencia única, que no sabremos si la volveremos a vivir", comenta Sabroso. "No es sólo un objetivo; era una ilusión personal", sigue Raluy. "Se trata de un sueño pero hay que vivirlo con una preparación muy intensa porque supone una responsabilidad. Hemos detectado que mucha gente está ilusionada también con nosotros y, como ya ocurrió en el Mundial que fue nuestro momento cumbre, haremos todo lo que esté en nuestras manos para llegar lo más lejos".
Además, Raluy y Sabroso acudirán a la cita olímpica con una España de balonmano crecida en este deporte. "Porque viene una generación magnífica de jugadores, que pudieron incluso dar la sorpresa en el reciente Campeonato de Europa", sintetiza Sabroso. "El balonmano puede ser uno de los deportes estrella de nuestro país en la competición olímpica, acaparando mucha atención porque se está practicando un juego espectacular y vistoso. Vamos a disfrutar mucho este verano .. desde dentro, desde fuera".