El colegiado Francisco Santana muestra su perplejidad por el fallo en blanco de la Regional tras el incidente de la garrafa del Tijarafe
La resolución del Comité de Disciplina de la Federación Regional de Lucha Canaria al conceder el 'indulto' a algún miembro del CL Tijarafe, por un posible intento de agresión del colegiado Francisco Santana, ha causado sorpresa y malestar en el gremio arbitral de Gran Canaria. El juez deportivo afectado por este caso, ocurrido en el transcurso de una luchada de Primera frente al Castro Morales, nos transmite su perplejidad personal pues "la Federación nos acaba de dejar indefensos ante actos de vandalismo". Esa es la síntesis que recoge el sentir gremial, solidarizados por la causa. "Los árbitros tendremos que hablar sobre todo ésto pero es obvio que no se puede comenzar una luchada sin la Fuerza Pública".
Francisco Santana nos descubre más detalles de los episodios previos al fallo del Comité de Disciplina, hecho público este jueves 26 de abril de 2012, correspondiende al encuentro disputado en Las Huesas el pasado domingo 15. Hemos de recordar que en primera instancia el colegiado no pudo definir al autor del lanzamiento de la garrafa de cinco litros "que cayó a mis pies sin causarme daño, por fortuna", pero tras comprobar las imágenes publicadas en Tinta Amarilla.es emitió un anexo del acta en el que identificaba al autor de aquella incidencia acaecida durante la luchada y que obligó a la llamada de los refuerzos de la Policía Nacional, para que hicieran acto de presencia en el terrero junto a los dos miembros de la Policía Local de Telde. "Eché en falta una denuncia o una actuación dentro del terrero", añade Santana.
RATIFICACIÓN DE LA IDENTIFICACIÓN
El caso es que la Federación Regional, antes de emitir su fallo, pidió al colegiado Francisco Santana que se ratificara en un informe posterior al anexo del acta. "Enviamos el pasado lunes, 23 de abril, una ratificación del anexo del acta a petición del Comité. En él volvíamos a señalar al autor del lanzamiento de la botella y afirmamos todos los hechos acontecidos en la luchada. No puedo concebir cómo nos piden que ratifiquemos el anexo y luego no se le otorga valor", indica.
"Todo ésto me parece fatal. Es la primera vez que en mi vida deportiva como árbitro me sucede una cosa así. Nos podemos sentir totalmente desprotegidos ante actuaciones que tienen un signo vandálico y que no se castiga por quien debe mantener el orden", apunta el colegiado que este jueves dirigió una luchada juvenil entre el Santa Rita y el Unión Doctoral. Puntualiza que la afirmación del Castro Morales al indicar que gracias a la intervención de los luchadores teldenses pudo evitar "un linchamiento" hacia su persona, puede tener "un sentido exagerado aunque en aquel momento yo no me percaté de todo lo que sucedía" al estar rodeado de luchadores del club palmero y los presuntos apaciguadores del equipo local.
"Hay situaciones que no se pueden admitir. La Federación tiene que velar por los principios que rigen la nobleza de la lucha canaria. Éstos hechos los traicionan y, si no tienen un castigo por parte de quien corresponde, se les da vía libre. Es muy peligroso este paso", indica el colegiado quien nos aclara que no recibió por parte del club palmero ningún signo de arrepentimiento o petición de disculpas durante la luchada o en los once días posteriores a aquel bochornoso incidente. "Es como si nada hubiera pasado; ¿acaso es necesario que hubiese un agredido para que se produzca una actuación?", pregunta.
El paso de valla de la Federación Regional ante una infracción grave
En la Federación de Gran Canaria ha causado también sorpresa este fallo en blanco del Comité de la Regional puesto que "nosotros somos rigurosos en la aplicación disciplinaria con nuestros clubes y luchadores; sin embargo no vemos correspondencia en este sentido, dañándose los principios de la lucha canaria", apunta un portavoz federativo.
Porque el indulto al lanzamiento de aquella garrafa -no fue el único objeto arrojado al terrero de Las Huesas- pasa por alto un puñado de artículos del régimen disciplinario de las competiciones de lucha canaria de ámbito regional e insular. Casi podríamos afirmar en el preámbulo del mismo, porque el artículo primero de sus disposiciones generales señala que "el ámbito de la potestad disciplinaria de la Federación de Lucha Canaria se extiende a las infracciones cometidas con ocasión de las luchadas y competiciones, así como a las conductas contrarias a la disciplina, al buen orden deportivo o a las normas que lo regulan, tipificadas en el presente Reglamento Disciplinario y en la Ley Canaria del Deporte".
La tipicación del incidente no sancionado por el Comité de Disciplina podría localizarse en la sección tercera del reglamento disciplinario, en su artículo 55 con la calificación de "infracción grave". Dice lo siguiente: "El luchador, árbitro, auxiliares, mandador-entrenador, delegado o cualquier miembro de la organización federativa que con su conducta atente de manera grave a la disciplina, al orden, a la imagen de la Lucha Canaria, al decoro o a la dignidad deportiva, al respeto debido a sus autoridades o a las normas que lo regulen, será sancionado con suspensión de dos meses a un año".
En cualquier caso, en el propio acta de la luchada al que acude el Comité de Disciplina para no tomar una determinación sancionadora, deja constancia Francisco Santana que el lanzamiento de aquella garrafa se le dirigió hacia su persona y desde la posición de banquillo del Tijarafe (o en su defecto de un sector de grada donde el único público presente eran los propios luchadores visitantes). Este apartado también está regulado en el artículo 57 y en él se especifica una multa al club (de hasta 300 euros) que tampoco es contemplada en la resolución.
"INCREIBLE, INAUDITO", SEGÚN EL CASTRO MORALES
Por su parte, el Castro Morales de Telde, ha reaccionado al nihilismo del Comité de Disciplina en su página de facebook comentando que el fallo sin castigo le parece "increible, inaudito e impresionante que las imágenes de Tinta Amarilla y el video de la luchada no sean suficientes para el comité de disciplina".
El club grancanario corrió el riesgo de que, como entidad anfitriona de la luchada, pudiera haber sufrido una sanción al menos de hasta 600 euros si no existiera material probatorio de que el lanzamiento de la botella procedió desde el lado donde se situaban los luchadores visitantes. De ahí su rápida reacción para enviar un informe a la Regional en el que condenaba este incidente que calificó como "impropio de la lucha canaria".