El consejo de administración que preside Juan Costa le concede la máxima condecoración año y medio después de su forzada marcha del club
Bofetada sin manos. Una de las primeras decisiones del nuevo consejo de administración del Gran Canaria 2014, bajo la presidencia de Joaquín Costa Prat, ha sido la concesión de la insignia de oro y brillantes para el ex presidente Lisandro Hernández y el equipo de colaboradores que decidió en 2010 poner fin a un ciclo histórico de veinte temporadas al frente de la sociedad anónima de baloncesto. Este acuerdo es un acto absoluto de justicia para el ex presidente y un sutil disparo a la línea de flotación para aquellos que dinamitaron la etapa final de su gestión con argumentos hoy ridiculizados por los acontecimientos y la gestión sucesora.
Lisandro Hernándezse vio forzado a abandonar la titularidad del club de la ACB en febrero de 2010, junto a sus fieles Juan Carlos Cabrera, Enrique Moreno, Juan Francisco Díaz, Miguel Montes, Luis Fernández Valencia, Juan Antonio Pérez de Paz, Juan José Muñoz y Oscar Jaén.
COMUNICADO OFICIAL
Al ex presidente le reconoce el club, en un comunicado oficial, de la siguiente manera: "Lisandro Hernández Montes (Las Palmas de Gran Canaria, 1953), arquitecto, casado y con dos hijas, ejemplifica los valores del mundo de la canasta. Desde muy pequeño se decantó por el baloncesto durante sus estudios en el Colegio Claret de la capital grancanaria. Allí, junto a personajes ilustres del basket canario como Pepe Moriana, Víctor Lago o Joaquín Espinosa, entre otros, fundaron el Claret Club Baloncesto, equipo con el que incluso llegaron a participar en competiciones nacionales. Tras varias temporadas bajo esta denominación, se pasó al nombre de Club Baloncesto Gran Canaria-Claret, donde antes de constituirse en Sociedad Anónima Deportiva, en el curso 1991-92, asumió la dirección de la entidad grancanaria", recuerda la entidad al fijarse en la fecha clave del 30 de junio de 1992 cuando se produjo la reconversión de la entidad en sad.
DOS DÉCADAS SABOREANDO EL ÉXITO
Continúa el club expresando que "los números hablan por sí solos a la hora de valorar la gestión de Lisandro Hernández al frente del Club Baloncesto Gran Canaria. Guió la nave amarilla en la máxima competición nacional durante veinte temporadas, de las cuales quince se produjeron de manera consecutiva. Tras unos primeros años de incertidumbre, con penurias deportivas y discretos resultados deportivos, el Club Baloncesto Gran Canaria experimentó bajo su presidencia una ascensión meteórica hasta el punto de codearse con los grandes de la competición sin ningún complejo.
Con una medida política de gasto de planificación, 'su' Granca siempre proyectó luz sobre el basket de nuestra Isla. Así lo ha hecho en los últimos ocho o nueve años, con múltiples presencias en las grandes citas del calendario nacional y europeo, como la Copa del Rey, el play off o la Eurocup.
Además, otro aspecto importante ha sido el gran crecimiento social que ha experimentado el combinado amarillo. Tras pasar del Pabellón de Tamaraceite al Centro Insular de Deportes, el respaldo de la afición creció de tal manera que, a día de hoy, el Gran Canaria 2014 llena el recinto de la Avenida Marítima en cada encuentro que disputa como local".
Año y medio después este loable gesto de los nuevos rectores de la entidad con Joaquín Costa desnuda la injusticia a la que fue sometido y la insensibilidad habida con un hombre que ha estado veinte años haciendo historia en nuestro deporte. Nada le ha hecho cambiar porque, pese a todo, ha seguido fiel a su cita en el Centro Insular de Deportes, entre la multitud, como uno más y empujando.
Manuel Borrego