El juvenil del Adargoma se quedó a una lucha de volver a eliminar a la mitad de la plantilla del Maninidra, como ya había hecho en la fase regular del torneo
Miguel Hernández El Majorero estuvo a punto de protagonizar por segunda vez una hazaña de hemeroteca. Le quedó solamente una lucha para eliminar al sexto rival del Maninidra en la final insular de segunda categoría, ganada el viernes por el conjunto de Ingenio (11-12). De haberlo hecho habría proporcionado la victoria al club de San José, pero se cruzó en su camino un colosal Agustín González. Sin embargo, el juvenil del Adargoma ya había realizado esta gesta en el mismo escenario y ante el mismo rival. "No estoy contento", comenta tras empezar a digerir la pérdida en la finalísima. "Nunca vi la luchada ganada ni siquiera cuando tenía la ventaja de la primera agarrada. Pero no sé qué me pasó. A veces hay que luchar con más cabeza, controlar; no sé".
Pero asume que su equipo "ha realizado una gran temporada a la que sólo le ha faltado este último resultado. De todo tenemos que sacar lo positivo. No nos quedamos con la tristeza. Pensaremos en lo que hemos hecho mal. Y esta derrota nos hará más fuertes", añade convencido. "Habrá más ocasiones".
Su mandador, Javier Monzón (imagen de la izquierda), prácticamente tiene la misma opinión. "Sabíamos que nos medíamos a un gran rival, que esta noche ha luchado muy bien. Y, además, Agustín González era capaz de hacer lo que hizo. No tengo otra cosa que felicitar al Maninidra". Tampoco el técnico del Adargoma sintió tener al alcance el título a pesar de la ventaja 11-9 en el marcador y la posterior renta de Miguel Hernández en el primer enfrentamiento con el Pollo de Candelaria. "Se los hacía ver a mis luchadores, porque teníamos enfrente a un gran luchador. Tácticamente la luchada se desarrollaba muy bien y la llevamos a un punto en que nos faltó el rematarla, pero no lo hicimos. No obstante, aquí quien ha ganado es verdaderamente la lucha canaria porque se ha podido disfrutar de un espectáculo precioso".
Monzón elogió a Nauzet Rodríguez, el destacado de su equipo que, mermado por una lesión de rodilla, hizo un esfuerzo mayúsculo por contener a Agustín González en el antepenúltimo punto de la velada. "Nauzet es un hombre formado en el Adargoma, entregado a los colores de nuestro club. Ha hecho algo digno de elogiar y que debe ser ejemplo para todos los componentes de nuestro equipo. Necesitamos doce Nauzets, por su entrega y pundonor".
Quillo Pérez: "Sabíamos que Miguel era capaz de tirar a medio equipo"
La alegría estaba en el bando cochinero. Su mandador Quillo Pérez reconoció que "nuestra misión era llegar en la máxima posible igualdad al punto octavo, donde ya Agustín González podría rematar la luchada. Esta noche ha estado extraordinario, se ha echado encima al equipo y ha resuelto todos los obstáculos que salieron al paso del Adargoma. He de decir", continúa, "que nos hemos encontrado en la final a un adversario fantástico, que pudo ser también campeón. Les hemos felicitado por la gran luchada que han realizado".
Lo ocurrido en la primera fase del campeonato, con el 7-12 para el Adargoma, fue algo que estaba grabado a fuego en el seno de la plantilla de Ingenio. "Aunque aquel día Agustín no estaba físicamente bien, estaba mermado, y Miguel hizo otra exhibición. Sabíamos que era capaz de tirar a medio equipo y, por eso, cuando cayó sentimos el lógico alivio. Vimos las cosas de otra manera. Porque en el Maninidra sabemos de lo que es capaz Tino. Con él podemos llegar muy lejos".