El 21 de octubre de 1962 saltó al Insular con 18 años y 19 días el hábil juvenil, protagonista del triunfo sobre el Levante y de un penalti errado porque "no sabía dónde estaba"
Manuel Borrego
El último tercio de 1962 fue un periodo especialmente prolífero en debuts de futbolistas que tendrían un carisma especial en la historia de la UD Las Palmas. En las últimas semanas hemos celebrado el cincuenta aniversario de la aparición profesional de Rafael, Germán, León, Gilberto I, ... y ahora le llega el turno a José Cristóbal Correa (Las Palmas de Gran Canaria, 2 de octubre 1944). Porque el 21 de octubre de 1962, cinco décadas atrás, el hábil Correa fue protagonista de uno de los estrenos más sonados de aquel ciclo deportivo en el que la UD Las Palmas estaba en la frontera de la que sería su mejor etapa histórica.
Correa y Germán Dévora, cincuenta años después de sus descollantes debuts profesionales con la UD Las Palmas (M.B.)
Ese día, Correa fue titular en la UD Las Palmas con 18 años y 19 días de edad, en partido disputado en el Estadio Insular frente al Levante UD, de Segunda División. El intrépido técnico Rosendo Hernández le puso en el escenario junto a Oregui (relevado en la segunda parte por Ulacia), Aparicio, Tonono, César Nelli, Ardura, Collar, Juan Luis, Germán, Gilberto I, León y el propio Correa.
En el Levante jugó Rodri, Calpe, Pedreño, Céspedes, Currucales, Castelló, Valls, Gento III, Haro, Torrent y Serafín.
Correa resultó muy activo en el partido y fue protagonista de las dos jugadas que se memorizan en esta cita donde se produjo la victoria mínima canaria 1-0. Marcó Correa en el minuto 32 pero antes había malogrado un penalti.
Aquel descollante juvenil, brotado en el Porteño y Sporting de San José, había llegado a la UD Las Palmas luego de despuntar en categorías inferiores y desestimar una oferta para ingresar en el Real Madrid juvenil.
Después de aquel debut ante los azulgrana valencianos, Correa anotó dos nuevos tantos en los partidos siguientes contra Sevilla Atlético (3-2, victoria) y Mestalla (1-1), proporcionando sus goles cinco puntos de los de antes en tres jornadas.
UN ENFADO DE ROSENDO HERNÁNDEZ CON ERASTO
Correa ya actuaba en las sesiones de entrenamiento de la UD Las Palmas mientras pertenecía a las plantillas aficionado y juvenil. Ese jueves anterior al encuentro ocurrió lo siguiente: "Por algún motivo que ahora no recuerdo, Rosendo Hernández se enfadó con Erasto, que era palmero como él. Y le envió a la ducha. Era un entrenador con mucho carácter. Me llamó para indicarme que actuara con el primer equipo y que me preparara para el partido del domingo contra el Levante".
Y así fue cómo le llegó la oportunidad a Correa, en un día especial en que "estaba muy nervioso", valora a TintaAmarilla.es cincuenta años después. "Porque además el Levante era uno de los equipos punteros de la categoría en aquel momento. La responsabilidad era muy grande. Se produjo un penalti en la primera parte y fue Rosendo Hernández el que me ordenó el lanzamiento, porque yo acostumbraba a lanzar los penaltis en mis equipos. Reconozco que en aquel momento no sé ni dónde estaba. Asumí la responsabilidad pero mi tiro salió mal, desviado a la izquierda del portero. El público, sin embargo, tuvo una reacción muy positiva que para mí fue inolvidable. Ovacionaba y me animaba. Unos minutos después disparé en otra jugada y marqué el que sería gol de la victoria. La portería era la de la grada Curva. En ese momento se fueron los nervios".
Así fue aquel primer día de amarillo de José Cristóbal Correa, un 21 de octubre de 1962 que este domingo se traduce en bodas de oro de un bautismo profesional.